En defensa de un baluarte de la educación popular en Chihuahua

**Las credenciales expedidas por el “Lázaro Cárdenas” son totalmente válidas, y la constancia dada a un joven que estuvo preso en Cuauhtémoc, no es otra cosa que el reconocimiento a un valiente esfuerzo personal por redimirse por la vía de la educación.


En defensa de un baluarte de la educación popular en Chihuahua

La Crónica de Chihuahua
Septiembre de 2018, 09:22 am

Por Froilán Meza Rivera

¿Por qué tanto encono, por qué llegaron al extremo de que abogados escoltados por policías armados, intentaran irrumpir por la fuerza en el Telebachillerato “General Lázaro Cárdenas del Río”, para entregar un simple citatorio referente a supuestas faltas administrativas? ¿Por qué, durante varios días, esta escuela preparatoria de la ciudad de Chihuahua, estuvo literalmente sitiada, bajo el fuego de amenazas de la autoridad vertidas por teléfono, con patrullas que rondaban con los códigos encendidos y las sirenas aullando? ¿Por qué vivieron en un ambiente de zozobra sus alumnos, los profesores y padres de familia, empapados por las salpicaduras de una guerra mediática en la que se vertió mucho lodo y excremento en su contra?

¿Por qué tanto encono?

En una entrevista con El Heraldo de Chihuahua, la directora general del Subsistema de Preparatoria Abierta y Telebachillerato (SPAyT) del Estado de Chihuahua, Liliana Rojero Luévano, “explicó que desde el mes de julio se recibió una llamada del Cersai (es un penal, el Centro de Reinserción Social para Adolescentes Infractores, aclaro) en Cuauhtémoc, donde les advertían que había muchos internos que estaban tramitando los beneficios de preliberación con las constancias expedidas por el mencionado telebachillerato, lo que desencadenó una investigación que derivó en la destitución” del director.

Asimismo, la señora directora del SPAyT mantuvo circulando de manera totalmente ilegal en los medios de comunicación (ilegal, igual que los boletines enviados la prensa y la misma entrevista citada arriba, porque según su propio supuesto, se trataba de un procedimiento interno, de una “investigación” de carácter administrativo y confidencial en el Subsistema educativo), algunas otras “pruebas”, tales como unas fotocopias horribles que eran, en sus palabras, “siete credenciales firmadas por Noel González Jiménez para personas que no están inscritas en el subsistema, pero que les servían para tramitar becas federales, lo que se configura como fraude… Rojero Luévano denunció que además hay tres supuestas escuelas que funcionan como extensiones del Telebachillerato 8652”. “No existen las extensiones en bachillerato”, dijo con desprecio.

Pero, repito, ¿por qué tanto encono? ¿Cuál es la explicación de esta oleada de ataques, de estos intentos por liquidar, por desaparecer una institución que tiene más de tres décadas de estar trabajando en beneficio de los estudiantes más humildes del estado?

Hay que hacer luz con un poco de historia. Hace un año y un mes, en septiembre de 2017, cuando fue nombrada para el cargo, la antropóloga Rojero se negó de entrada a respetar los acuerdos a que previamente había llegado el Movimiento Antorchista con la anterior directora de esta dependencia, la maestra Kenya Yesdyth Ramos Enríquez, en el sentido de que, mientras los planteles de nueva creación se consolidaran y obtuvieran su clave propia, serían reconocidos de manera provisional bajo la Clave del Telebachillerato “General Lázaro Cárdenas” No. 8652 -escuela con más de 35 años de funcionamiento ininterrumpido-, y que esas escuelas funcionarían como sus extensiones para todos los fines legales y administrativos correspondientes. Dichos acuerdos fueron aprobados también por los altos funcionarios designados por el secretario de Educación y con los que se está negociando el reconocimiento de estas escuelas. Se trata de los telebachilleratos de nueva creación de la colonia Parral Vive en Parral y el de la colonia Chano Duarte de Cuauhtémoc. Están asimismo el Cecyt de la colonia Vistas del Cerro Grande, que lleva ya trabajando tres años contra viento y marea, y el Cecyt de la colonia Laderas del Norte en Ciudad Delicias, que entró a su quinto semestre de labores. Hay que aclarar que estas escuelas se encuentran operando en aulas provisionales, atendidas por profesores todos de calidad profesional que laboran sin ningún goce de sueldo, y que fueron solicitadas, tramitadas y están siendo cobijadas todas ellas por los colonos y los padres de familia.

Con esto queda demostrado que los argumentos de “fraude” y todos los ataques que se enviaron con tan mala fe a la prensa, son puros inventos, porque las credenciales expedidas desde el “Lázaro Cárdenas” son totalmente válidas, y porque la constancia entregada a un joven que estuvo preso en Cuauhtémoc, no es otra cosa que el reconocimiento a un valiente esfuerzo personal para redimirse por la vía de la educación. Porque, pregunto: ¿era preferible que el muchacho se perdiera en la delincuencia entre la que estuvo inmerso en el penal, a que se inscribiera para estudiar? ¿En qué cabeza cabe condenar esta ejemplar conducta? Y de paso: ¿dónde están aquellos otros “muchos internos” que “tramitaban su preliberación con falsas constancias del telebachillerato”? Eran simples y llanas invenciones.

En el fondo del problema, esa actitud es en esencia la misma de todos aquellos funcionarios públicos de todos los niveles que se indignan porque la gente se atreve a organizarse y se atreve a pedir, también de manera organizada, las obras y servicios a que tiene derecho. Es un mecanismo de “defensa” de los burócratas atrincherados en puestos que ellos consideran como su patrimonio personal. No importa que lo que estén haciendo los colonos y los campesinos humildes, sea lo mismo que, en teoría, deben hacer ellos mismos: estar pendientes de las necesidades (en el caso que nos ocupa, necesidades y demandas educativas) de la población y, si hace falta, por ejemplo, un plantel en determinada zona, en alguna colonia urbana o comunidad rural, pues hacer lo conducente, que sería velar porque ese proyecto se cumpla.

Entonces ¿se justifica la oposición a las iniciativas ciudadanas de fundar nuevas escuelas? No, no se justifica, ni en el marco de las garantías grabadas en bronce en la Constitución general de la República ni, por cierto, tampoco en la normatividad del Nuevo Modelo Educativo vigente, que pone de relieve la formación de un nuevo ciudadano: “El propósito de la educación básica y media superior es contribuir a formar ciudadanos libres, participativos, responsables e informados, capaces de ejercer y defender sus derechos, que participen activamente en la vida social, económica y política de México”, reza el propósito de esta reforma.

Antes de concluir, me interesa dejar en claro que el Telebachillerato “General Lázaro Cárdenas del Río”, es un plantel de vanguardia dentro de su propio subsistema, en el que los telebachileratos están considerados como escuelas “de tercera”, sin docentes bien pagados y a los que no les dan servicio médico completo a pesar de que pagan sus cuotas íntegras a Pensiones Civiles del Estado. El “Lázaro Cárdenas”, para empezar, tuvo un desempeño mucho mayor que el promedio nacional y que el promedio estatal en calificaciones puntuales de las materias que evalúa la Prueba Planea (Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes, año 2017), en dos de los cuatro niveles contabilizados. Tampoco ninguna otra escuela de su nivel en el Subsistema tiene la infraestructura educativa que tiene ésta, y sus avances están a la vista del que los quiera ver, ya que casi sin apoyo del sector educativo oficial, ellos obtuvieron (con la lucha organizada de profesores, de estudiantes y de los padres de familia apoyados por el Movimiento Antorchista) nuevas aulas, talleres, dos aulas para laboratorios que sólo esperan que las autoridades cumplan sus compromisos para que queden debidamente equipados; una hermosa barda perimetral y un renovado frente, sin contar el monumental domo metálico y sus canchas de usos múltiples con gradas, sus jardines, etcétera, que son un referente que tienen ante sí los demás planteles similares. El Telebachillerato “General Lázaro Cárdenas del Río” ha conseguido docentes altamente calificados, evaluados en su desempeño, y cualquier otra versión en contra no deja de ser una completa alucinación, porque de 6 maestros, 4 están acreditados y los otros dos están en proceso de completar el trámite. ¿Y las competencias y concursos de ajedrez, de Matemáticas, la declamación, la danza, los deportes de equipo, los concursos de altares de muertos, etcétera?

Resta solamente reiterar que el Movimiento Antorchista va a seguir participando en las negociaciones en las que se encuentra en juego el reconocimiento de las escuelas de nueva creación, porque así lo hemos pedido y exigido desde la anterior administración estatal, y porque hemos demostrado fehacientemente que, lejos de traer problemas y conflictos, nos hemos dedicado a trabajar, a completar todos los trámites que nos han sido requeridos, y así lo hemos hecho con una muy amplia disposición a negociar y a colaborar en sana paz, aunque, como lo demostramos también en el reciente conflicto del que acabamos de salir airosos, estamos y estaremos dispuestos a defender en todo momento nuestro proyecto educativo, así como todas las conquistas que han logrado nuestros compañeros colonos, campesinos, los maestros y los estudiantes organizados. Así sea.