El recorte social

Reportaje nacional


El recorte social

La Crónica de Chihuahua
Septiembre de 2015, 21:32 pm

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Martín Morales

Los principales recortes al Presupuesto de Egresos de la Federación en 2016, estimados en 97 mil millones de pesos, no afectarán a la clase política ni al empresariado nacional más rico del país, sino a la mayoría de la vapuleada población mexicana que dispondrá de 20 por ciento menos del gasto público destinado a viviendas, escuelas, hospitales y servicios urbanos básicos.

Al cierre de esta edición, cuando la Cámara de Diputados realizaba trámites parlamentarios previos para aprobar el paquete económico 2016, la suma del recorte anticipado de 97 mil millones de pesos de 2016 y los 124 mil 300 millones de pesos del ajuste preventivo de este año, arrojaba un total de 221 mil 300 millones de pesos, mismos que los políticos consideran un simple “ajuste del cinturón” sin tomar en cuenta sus efectos negativos para la población mexicana.

Para el doctor David Lozano Tovar, del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuando hay una abrupta reducción presupuestal se produce automáticamente un menor crecimiento en el producto interno Bruto (PIB), que necesariamente se traduce en menores posibilidades de empleo y consumo en la mayoría de los habitantes del país.

Esto implicará, abundó Lozano Tovar, junto con otros especialistas del CAM, que las estimaciones de dos o 2.5 por ciento del PIB previstas para este año, se verán acotadas a un rango de crecimiento entre el 1.8 y el 2.1 por ciento, cuando el país necesita crecer, al menos, siete por ciento anual.

El Presupuesto de Egresos de la Federación para 2016 (PEF-2016) pasará de 4.8 billones en 2015 a 4.7 billones de pesos en 2016, reportando una notable reducción en el Gasto Programable (GP), cuyas tres cuartas partes están asignadas a gastos de infraestructura, determinantes para el crecimiento económico. En este rubro habría una reducción de 5.8 por ciento y en el gasto en inversión pública (destinado a construir viviendas, escuelas, hospitales e infraestructura carretera y urbana, etcétera) el ajuste sería de 20 por ciento con respecto al de este año.

Lozano Tovar criticó al Gobierno de Enrique Peña Nieto por afirmar que las principales reducciones se harían en el gasto corriente de la administración federal, cuando en realidad los nueve mil 300 millones de pesos que se gastarán en este rubro apenas representan un ajuste de tres por ciento con respecto al total del presupuesto 2015.

El doctor José Luis de la Cruz Gallegos, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), dijo que la reducción del gasto programable, que impacta fundamentalmente al gasto en inversión, sería equivalente a unos 160 mil millones de pesos y afectaría proyectos de infraestructura de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Petróleos Mexicanos (Pemex) y las secretarías de Educación Pública (SEP), Salud (SS) y Comunicaciones y Transportes (SCT).

De la Cruz aseveró que el proyecto del PEF 2016 descansa en un plan de recaudación “demasiado optimista” porque no prevé el impacto de la reducción del gasto en inversión pública en el dinamismo de la economía mexicana, que difícilmente será superior a 2.6 por ciento.

El presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray Caso han asegurado que el recorte presupuestal responde a la volatilidad del precio del dólar estadounidense y al desplome de los precios internacionales del petróleo.

El cálculo oficial sobre el que se hizo el presupuesto 2016, procurando cumplir los estándares del Banco Mundial, del Presupuesto Base Cero, es de un dólar de entre 15.9 y 15.7 pesos por unidad, y un precio promedio de 50 dólares por barril de petróleo; se estima que la caída de los ingresos petroleros el año entrante será de 30 por ciento.

Calculan, asimismo, un crecimiento de la economía de entre 2.6 y 3.6 por ciento, muy superior al rango del dos al 2.8 por ciento, previstos a finales de 2015; así como una inflación del tres por ciento, cercana al promedio del 2.6 por ciento en todo 2015, cuya ponderación se debe al menor consumo y a los bajos ingresos reales de la población en general.

La iniciativa privada aplaude

Quienes avalan esa perspectiva optimista gubernamental, son los empresarios. El próspero industrial jalisciense de la joyería, Manuel Herrera Vega, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), expresó el pasado 8 de septiembre que el paquete económico 2016 “refleja un importante esfuerzo” del Gobierno para reducir el gasto, aunque, como se ha planteado, no será propiamente con base en los bolsillos de los funcionarios públicos, los políticos y mucho menos de los empresarios, quienes por el contrario, están insistiendo en modificar de fondo el esquema vigente de impuestos, de por si ínfimos, que pagan al erario nacional.

Herrera Vega destacó que en el proyecto económico 2016 se les otorga “certidumbre tributaria” al confirmar que no habrá más impuestos ni nuevas disposiciones fiscales lo que, desde su óptica, contribuirá a fortalecer la planta productiva, el crecimiento económico, la inversión, el ahorro interno y el empleo, desconociéndose a cuál país se refería al señalar esto.

También sin aclarar a qué país se refería, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Gerardo Gutiérrez Candiani, señaló que las medidas contenidas en el paquete económico de la administración federal para el próximo año generarán “mejores condiciones de vida” para la población.

Tomaduras de pelo

El doctor David Lozano aseveró: “en el CAM hemos estado revisando todo el proyecto económico 2016, y nos hemos dado cuenta que no piensan construir prácticamente nada de infraestructura, no solamente en el caso de la vivienda, sino escuelas, infraestructura para hospitales, entre otros; el Gobierno federal dice que con esto vamos a salir adelante, y que la economía mejorará en 2016, pero esto es una tomadura de pelo”.

El especialista universitario consideró como algo “fuera de la realidad” los precios del barril de petróleo a 50 pesos por unidad y del dólar entre los 15.7 y 15.9 pesos por unidad. “No vamos a regresar a la base del precio peso dólar que ellos plantean, y mucho menos vamos a estar en una estabilidad de precios del petróleo”, dijo.

Lozano destacó además que a pesar de la prolongación de la tasa de interés del Sistema de Reserva Federal (FED) de Estados Unidos en un rango de cero a 0.25 por ciento, sin un alza de 0.25 al alza como se esperaba, “los bancos comerciales en México ya empezaron a hacer un ajuste en sus tasas de interés de 0.24, acerca de lo que el Gobierno mexicano no ha dicho nada, pues se supone que las tasas se mantendrían sin cambio para esperar la decisión del FED. Nosotros creemos que están formando una bola de humo, anticipándose a lo que va a ocurrir el próximo año”.

El economista hizo alusión a la burbuja crediticia que se está formando en el país, con base en un incremento en los créditos al consumo y de nómina, primordialmente ofrecidos por los bancos trasnacionales pese a la alta volatilidad financiera, lo que aumenta el riesgo de que en 2016 haya problemas de pago de esos créditos. Por ello estas firmas están ajustando las tasas de interés comerciales, en contubernio con el Gobierno.

En tales condiciones, agregó, es muy probable que haya un incremento en la cartera vencida, pues la mayoría de los poco más de 50 millones de personas económicamente activas tienen escasos ingresos y enfrentan una pérdida de hasta 80 por ciento de su poder adquisitivo en los últimos 20 años.

Esa burbuja crediticia, indicó el doctor Lozano, se ha evidenciado en el aumento del consumo en las tiendas de autoservicio, reportada este año por la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio (ANTAD), donde se usa preferencialmente dinero plástico. Sin embargo, estos datos de consumo son los que ha utilizado el presidente Peña Nieto al hablar de que el mercado interno, motor de cualquier economía, está creciendo, porque está aumentando el consumo; pero el especialista de la UNAM asegura que se trata de una simulación y un riesgo, porque ese consumo representa un gasto con crédito y no necesariamente está respaldado con ingresos reales.

Otro aspecto de los recortes se relaciona con la pérdida de puestos de trabajo en la burocracia. Oficialmente habrá un ajuste de al menos 15 mil plazas, de las que siete mil serán fijas y ocho mil eventuales, lo que representará un ahorro de siete mil 98 millones de pesos. Las dependencias afectadas serían Pemex y la CFE, cuyo tamaño se ha reducido, debido a la aplicación de la reforma energética, con el fin de abrirle paso a las inversiones privadas, locales e internacionales.

“En el CAM ya hicimos un cálculo; en realidad va a haber unos 800 mil recortes; van a quitar puestos por interinatos y honorarios especialmente en la SEP, Pemex y la CFE; en el segundo bloque están algunas otras secretarías, como las de Economía, Desarrollo Social y Salud”, indicó el doctor David Lozano.

En los bueyes de mi compadre

Mientras se aplican recortes presupuestales en áreas fundamentales para millones de mexicanos en la pobreza, en las cámaras de Diputados y Senadores se mantendrán gastos superfluos e innecesarios destinados a la compra de autos nuevos, seguros de gastos médicos privados y viáticos a discreción para viajar a cualquier destino nacional e internacional.

Para apreciar mejor la disparidad, puede tomarse como base el ingreso promedio de tres salarios mínimos de la mayoría de los mexicanos, equivalente a seis mil 309 pesos mensuales, en contraste con los 160 mil 495 pesos mensuales de un senador o los 119 mil 416 pesos mensuales de un diputado federal.

En conjunto, la Cámara de Diputados gastará 220 millones de pesos más que en 2015, cuando recibió 7 mil 339 millones de pesos; en 2016 alcanzará siete mil 559 millones de pesos. En 2015 el Senado tuvo un presupuesto de cuatro mil 260 millones y en 2016 tendrá un aumento de 152 millones para llegar a los cuatro mil 421 millones de pesos.

El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) recibirá 563 mil 869 pesos al mes y el Presidente de la República 249 mil 94 pesos.

De acuerdo con la información disponible, los recortes presupuestales están dirigidos principalmente contra las áreas sociales más sensibles, como la educación, renglón en el que al parecer el monto ajustado alcanzará los 13 mil 700 millones de pesos, pese a la cacareada reforma educativa.

Un aspecto descrito en el “decálogo” del 2 de septiembre, es emitir “bonos de infraestructura educativa” para colocarlos en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y cubrir los recursos federales no disponibles para arreglar escuelas, según se indicó. Pero esos papeles, según se anticipa, en realidad quedarán en manos de especuladores financieros.

Sin embargo, también existe la versión de que dichos bonos servirán para subsanar el recorte en las partidas destinadas a la infraestructura escolar del país, donde se aplicará una reducción de aproximadamente dos mil 91 millones de pesos, lo que augura la agudización de las carencias de 75 mil escuelas que carecen de servicios básicos como agua potable y drenaje y que representan 50 por ciento del total de 150 mil inmuebles de que dispone la SEP.

El Instituto Nacional de Infraestructura Educativa (INIE) ejercerá dos mil 131 millones de pesos, mil 198 millones de pesos menos que en 2015 con una reducción aproximada del 36 por ciento. El Programa de Escuelas de Tiempo Completo (PETC), previsto en la reforma educativa, tendrá una reducción presupuestaria de mil 939 millones de pesos, lo que representa 15 por ciento menos que en 2015.

Los contrastes tienen perspectiva política: el total de las reducciones en el gasto de la SEP sería de cinco mil 697 millones de pesos, mientras que el Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa (FONE) tendría un aumento de 3.8 por ciento, equivalente a 14 mil millones de pesos más en 2016. Además, aunque se ha dicho lo contrario, en la educación superior el recorte sería de 3.9 por ciento.

Otro rubro sensible es el de la salud, en el que habrá reducciones hasta de 1.2 por ciento. En la construcción de hospitales e infraestructura en general la reducción será equivalente a 23.8 por ciento de la partida de 2015; en el apartado de Protección Social en Salud, conocido como Seguro Popular, habrá un incremento de 70 por ciento, en tanto que los institutos del Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) habrá también sensibles reducciones.

Por otro lado, el presupuesto para la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), que generó dos millones de pobres más entre 2012 y 2015, tendría una reducción del 4.5 por ciento, equivalente a no menos de cinco mil 232 millones de pesos con respecto a 2015. Por ejemplo, para Desarrollo Regional y Vivienda y Servicios a la Comunidad, los recursos destinados serán dos mil 348 millones de pesos, cinco mil 986 millones de pesos menos con respecto al presupuesto de este año. En el programa de Leche Liconsa, habrá una reducción de 24.7 por ciento, con un recorte superior a 541 millones de pesos.

En contraste, el programa Prospera tendrá un aumento de siete mil 175 millones de pesos, hecho que genera suspicacias hacia el Gobierno federal porque en 2016 habrá elecciones para gobernador en 12 entidades de la República y presidenciales municipales) y se presume que dicho aumento tendrá un destino fundamentalmente electorero.

Prospera es heredero de Pronasol, cuyos derivados ha sido directamente vinculados con la promoción de la imagen de los gobernantes en turno tanto nacional como localmente. De hecho, las 13 entidades donde habrá comicios, de acuerdo con datos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), recibirán 39.5 por ciento de las aportaciones totales para los estados en materia de educación y salud, que sumarían 243 mil 498 millones de pesos.

Las entidades donde se elegirá mandatario estatal y diputados locales son Durango, Puebla y Veracruz, Oaxaca, Quintana Roo, Tamaulipas, Chihuahua, Aguascalientes, Zacatecas, Sinaloa, Tlaxcala e Hidalgo; en el caso de Baja California se elegirán solamente diputados locales y alcaldes.

Entidades

Luego de una reunión con Luis Videgaray, el jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), Miguel Ángel Mancera, dijo que el recorte para las entidades federativas sería de dos por ciento global y el de la capital de tres mil millones de pesos. En este marco resaltó que negociaba recursos para el Fondo de Capitalidad, que según dijo, podría ser superior a los tres mil 500 millones de pesos.

Pero al cierre de edición, y seguido del caso de las elecciones, se obtuvo el dato que en la Cámara de Diputados se harían ajustes a las transferencias para las entidades, de tal forma que las administraciones locales captarían 679 mil 350 millones de pesos, más 616 mil 523 millones por aportaciones federales y 25 mil 395 millones de pesos para el Ramo 23 o Provisiones Salariales y Económicas.

En conjunto recibirían un billón 321 mil millones de pesos, que sería cinco por ciento más que en 2015, cuando alcanzaron un billón 256 mil millones de pesos. Esto es, que de los 4.7 billones del Presupuesto de Egresos de la Federación, las entidades dispondrían de un billón 321 millones de pesos.