El poder financiero en México

Editorial/ La Crónica de Chihuahua


El poder financiero en México

La Crónica de Chihuahua
Julio de 2015, 19:47 pm

El dominio del capital financiero es característica esencial de la fase superior del capitalismo, el imperialismo; Vladímir I. Lenin, el más profundo de los estudiosos de esta etapa de la Historia, en El imperialismo, fase superior del capitalismo, resume el concepto así: “Concentración de la producción; monopolios que se derivan de la misma; fusión o ensambladura de los bancos con la industria: tal es la historia de la aparición del capital financiero y lo que dicho concepto encierra.

El capital financiero, concentrado en muy pocas manos y que goza del monopolio efectivo, obtiene un beneficio enorme, que se acrece sin cesar, con la constitución de sociedades, la emisión de valores, los empréstitos del Estado, etcétera, consolidando la dominación de la oligarquía financiera e imponiendo a toda la sociedad un tributo en provecho de los monopolistas”.

En la fase imperialista, los señores de la banca, la industria y el comercio tuvieron que ceder las riendas de la sociedad a los respetables caballeros de las finanzas. Para fines del siglo XIX, la producción mundial se concentró en unos cuantos monopolios que se habían extendido por todos los rincones del planeta para llegar a su apogeo a principios del siglo XX, abriendo nuevos mercados, exportando capital, apoderándose de los recursos naturales y poniendo a su disposición la fuerza de trabajo de todos los países conquistados.

En México, igual que en muchas otras naciones, el desarrollo del capitalismo no llegó a su fase más alta; su lento desarrollo sólo pudo acelerarse después de la Revolución de 1910 que lo entronizó y le desbrozó el camino, liberando fuerza de trabajo, comercializando las tierras antes acaparadas y sentando las bases para el desarrollo de un mercado interior: los consumidores potenciales serían los millones de futuros asalariados.

Las trabas para el desarrollo no fueron pocas; los remanentes del régimen de haciendas, la construcción de la nueva sociedad, la política nacionalista de varias décadas, los recursos del subsuelo en manos del Estado fueron obstáculos que la burguesía tenía que eliminar; y esto pudo conseguirlo solamente después de los años 80, cuando se impuso la corriente ideológica neoliberal, que privatizó todas las grandes empresas que la Revolución había puesto en manos privadas; este proceso aún continúa. Si bien no alcanzó la fase superior del capitalismo, nuestro país sí cayó muy pronto en manos del sistema imperialista.

De este proceso trata hoy el reporte especial de buzos, refiriéndose al poder que han concentrado las corporaciones financieras en México, a la impotencia de los particulares sin armas para librar una lucha desproporcionada contra un enemigo de dimensiones mundiales que abusa impunemente de su poder gracias al apoyo de los gobiernos neoliberales, que desde las últimas décadas del siglo XX fomentaron la libertad y la entronización del capital financiero; se refiere también a la protección que las leyes brindan a estas corporaciones y hasta qué punto ha llegado la incapacidad (o complicidad) de los organismos oficialmente encargados de proteger y defender a los usuarios de servicios financieros que simulan proteger a los ciudadanos cuando en realidad están al servicio del capital.