El obsoleto Metro capitalino

REPORTAJE ESPECIAL


El obsoleto Metro capitalino

La Crónica de Chihuahua
Octubre de 2015, 20:00 pm

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Martín Morales

Pese a ser considerado uno de los cuatro trenes urbanos más importantes del mundo –tanto por sus 266 kilómetros de red, como por sus 5.1 millones de pasajerosdiarios– el Metro de la ciudad de México enfrenta una severa crisis de obsolescencia que rebasa con mucho la fecha de caducidad que se le fijó hace 46 años y que salta a la vista en la mayor parte de sus instalaciones y equipos operativos.

Para los usuarios cotidianos o eventuales, los trenes viejos, vistosamente pintados para parecer nuevos, no engañan a nadie; tampoco lo hacen las estaciones parchadas o resanadas; las escaleras mecánicas chimuelas y paralizadas; los túneles a media luz o totalmente oscuros; las goteras y charcos en los pasillos o, comoocurrió el pasado 8 de septiembre, la tromba que golpeó sobre la estación de Tlatelolco y obligó ala gente a correr incluso fuera de las instalaciones.

Para la mayoría de los pasajeros tampoco pasan inadvertidas las acciones de corrupción administrativa que han hecho crecer el comercio ambulante y el tolerado en el interior de las estaciones; los pasilleros, vagoneros o bocineros(vendedores de discos de música y videos piratas)circulan en andenes y trenes y sus disputas por los espacios negociados suelen dirimirse entre ellos, con los guardias de seguridad del propio Metro o con los delincuentes que pululan en las estaciones.

Subió la tarifa pero no mejoró el servicio

“El Metro no ha mejorado desde que nos subieron la tarifa (de tres a cinco pesos, en diciembre de 2013). Por ejemplo, ayer (miércoles 23 de septiembre) en Cuatro Caminos (Línea 2 de Cuatro Caminos a Taxqueña),me tocó quedarme parada como dos horas. Todo estaba lleno, hasta las escaleras y el piso de arriba, porque no había servicio. Se me hizo tardísimo para mi trabajo, porque todos los trenes venían llenos hasta el tope… No, no, muy mal de verdad. Uno hasta se sale más temprano de la casa para no llegar tarde, pero el Metro no nos ayuda en nada, y cuando uno se sube al tren va así de lleno y hay muchos problemas, porque los usuarios nos molestamos, nos hacemos de palabras… Eso es horrible, de verdad”, dice a buzos la señora Maura Vera, de 38 años de edad, en una conversación en la estación del Zócalo.

“Yo considero que a pesar del aumento en la tarifa, el servicio es más que pésimo, y eso que el aumento fue de 66 por ciento pese a que la mayoría de los que usamos este transporte somos de ingresos modestos, el incremento atenta contra nuestro bolsillo, porque el salario en México ha caído de una forma muy importante. Por eso considero que fue un golpe artero de un Gobierno que se dice ser de izquierda popular. Prometieron muchas cosas, que hasta iba a haber Internet dentro del Metro, que iba a haber mejores vagones, pero hasta donde hemos visto, solamente se han recuperado algunos vagones que ya están en desuso (pintados vistosamente)”, comentó el joven estudiante de economía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), César Guillén, usuario de la Línea 3, que corre de Indios Verdes a Universidad.

“Bueno, es que yo ya no pago tarifa, porque tengo 88 años de edad, pero antes sí pagaba. Cuando empezó el Metro (1969) el boleto costaba un peso”.

– ¿Ha cambiado mucho desde entonces?

–Bueno, pues solamente que hay más líneas; ahora puedo ir de Tacubaya a donde está la aviación (antes estación Puerto Aéreo, hoy Boulevard Aeropuerto, Línea 1).

– ¿Y se transporta cómodo?

–No, no. Uno va todo apretujado como sardina, lo aprietan a uno y lo empujanmuy feo. La gente grande, de 40 o 50 años, sí se para y le da el asiento a uno, pero los jóvenes no se paran. Ahorita vengo de Iztapalapa y un señor sí me dio el asiento”, dice un usuario adulto mayor, de complexión muy delgada y cuerpo pequeño, que prefirió no decir su nombre. Usuario habitual de la Línea 8 que va de Garibaldi a Constitución de 1917, en la zona de Iztapalapa.

Deterioro crónico

Las estaciones del Metro en peores condiciones son coincidentemente las más antiguas y las que reciben mayor número de usuarios: 1 (rosa), 2 (azul) y 3 (verde), que transportan a 49 por ciento del total de pasajeros de las 12 líneas. La más saturada es la 2, que en días laborables transporta a 907 mil 520 personas, seguida de la 1 con 795 mil 967 y la 3 con 769 mil 400.

La mayoría de los 390 trenes en servicio cumplieron el pasado 4 de septiembre 46 años, rebasando con un año la caducidad prevista en el momento de su fabricación (45 años).

Las instalaciones y el material rodante de las tres líneas más antiguas han sobrepasado los límites de desgaste, debido fundamentalmente a la falta de mantenimiento. Hace un año, cuando cumplió 45 años la línea 1, el entonces director del Sistema de Transporte Colectivo (STC), Joel Ortega, calculó el déficit en mantenimiento –dinero no aplicado y convertido en deterioro del equipo–en 61 mil millones de pesos, como consecuencias de cuatro décadassin renovar y modernizar equipos e instalaciones.

El nuevo director del STC-Metro, Jorge Gaviño Ambriz, reconoció el 11 de agosto pasado el alto de grado de obsolescencia de las instalaciones fijas y el equipo rodante en las líneas más viejas, especialmente la inaugurada en 1969.Delos 390 trenesen operación, 321 usan ruedas neumáticas y 69 de metal; en horas pico se usan en promedio 285 trenes promedio, mientras alrededor de 105 están inhabilitados por falta de refacciones. La trastabillante frecuencia de paso de los convoyes por las estaciones tiene fundamento en esto; deben detenerse paulatinamente para ajustar los tiempos de paso.

La mayoría de las unidades muestran a simple vista fallas en el cierre de puertas, en las gomas que las sellan; la ventilación en los vagones es insuficiente; tienen lámparas fundidas, vidrios rayados, ventanas trabadas, deficiente audio en el sistema de comunicación de la cabina con los vagones, los pisos están desgastados, les faltan tubos para sostenerse e, incluso, hay convoyes que carecen de asientos completos.

Estas carencias contrastan notoriamente con la importancia vital que el STC tiene para los cinco millones 102 mil 90 usuarios que diariamente lo utilizan en la capital de México y su relevancia internacional, pues figura entre los cuatro trenes metropolitanos más grandes del planeta, con 266 kilómetros de red, 195 estaciones (44 de transbordo, 12 terminales, 115 estaciones subterráneas, 54 superficiales y 26 elevadas) y los mil 600 millones de usuarios que transporta anualmente.

Bajo la mesa

Pocos días después de asumir el cargo, Jorge Gaviño–exdiputado local de Nueva Alianza (Panal) –ofreció a los usuarios del Metro mayor seguridad y calidad en los servicios, una administración transparente y un uso eficaz de los recursos destinados a mantenerlo en movimiento. El compromiso de “transparencia” tuvo dos dedicatorias implícitas bastante claras: la opacidad crónica en la administración del STC y la relación personal que Gaviño tiene con el eternizado dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores del STC, Fernando Espino Arévalo.

Gaviño, miembro destacado del Panal, anterior partido de Espino–como también lo fue elPartido Verde Ecologista de México (PVEM) – es amigo de Espino. Fueron compañeros en la pasada Legislatura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), en la que Espino fue diputado local por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del que ahora es diputado federal. El líder sindical ha cambiado frecuentemente de partido a fin de sortear presiones externas y de protegerse de investigaciones judiciales con el fuero constitucional.

Al presentarse como cabeza del STC, Gaviño dio a conocer proyectos de expansión que conectarán al Metro con el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, en la zona oriental colindante con Texcoco (parte de la Ciudad Futura); la mega-terminal de Observatorio, a la que llegaría el tren rápido México-Toluca y la ampliación de la Línea A a Chalco, Estado de México.

Sobre eldestino del fondo creado con el aumento de tres a cinco pesos en la tarifa, autorizado en diciembre de 2013, cuyo monto oficialmente era de dos mil 500 millones de pesos, pero extraoficialmente rondaría en los cuatro mil millones, Gaviño se concretó a repetir lo dicho por su antecesor Joel Ortega:que con ese dinero se ejecutarán 11 acciones para renivelar la Línea A, instalar nuevas escaleras eléctricas en algunas estaciones, sustituir ventiladores y motocompresores envagones y adquirir un sistema de radiocomunicación TETRA para cabinas de operación de tres estaciones.

Sobre el punto relacionado con el retiro del ambulantaje, el nuevo titular del Metro indicó que se hará mediante una “nueva cultura cívica” por parte de los pasajeros, quienes deberán colaborar con la autoridad dejando de comprar mercancías a los expendedores, entre ellos los “vagoneros”. También anunció que se ejecutaría la operación “Cero Tolerancia” a partir de agosto, con el fin de impedir el acceso a los vendedores desde la misma entrada a las estaciones, y evitar que usen a menores de edad como vendedores.

Cero Tolerancia

“Es muy malo el servicio y luego con los vendedores, es peor, altísimo ruido de las bocinas, no dejan pasar; uno entiende que ellos tienen que trabajar, pero cuando subieron la tarifa del Metro dijeron que se les iba a dar trabajo (con dos mil pesos por seis meses mientras se capacitaban en una actividad laboral, pero el proyecto se suspendió) y luego resultó que no. Bueno, esto nos afecta”, comentó Maura Vera, con respecto al comercio informal dentro el Metro.

Sobre ellohay opiniones contrapuestas, pues algunos criterios están en favor de permitirlo, con el argumento de que se trata de personas que intentan sobrevivir económicamente, mientras otros exigen que se les prepare para hacer otro tipo de actividad y unos más, en completo rechazo a la informalidad, piden la intervención de la fuerza pública.

César Guillén, estudiante de economía en la UNAM, comentó al respecto: “Yo, no tengo tanto problema con los vagoneros. Viéndolo desde un punto de vista económico, estas personas se van al sector informal porque no tienen opciones en el sector formal; a muchas personas les molesta porque traen sus bocinas, pero hay que ponernos a ver que si no estuvieran haciendo esto, probablemente estarían asaltando, lamentablemente. No es que yo esté de acuerdo en que haya comercio informal, pero usando a la policía, persiguiéndolos, no creo que sea la forma de erradicar el problema. Hay que resolver el problema económico por el cual estas personas no tienen un trabajo formal”.

El 17 de agosto, el nuevo director del STC ofreció acabar con el comercio informal en 30 días, mientras anunciaba el inicio del operativo Tolerancia Cero en 15 puntos de la red, especialmente en las estaciones de las líneas 1, 5, 9 y A, que confluyen en Pantitlán; Chabacano, en las correspondencias con las líneas 2,8 y 9; la estación Hidalgo, donde coinciden las líneas 2 y 3; Pino Suárez, donde interceden las líneas 1 y 2; Candelaria y Zaragoza de la línea 1; Ermita, San Antonio Abad, Zócalo y Panteones de la Línea 2; la terminal Indios Verdes de la Línea 3; y las estaciones Constitución de 1917 y Coyuya de la Línea 8.

En el Estado de México actuaron también elementos de seguridad pública en las estaciones Cuatro Caminos, Múzquiz y Ciudad Azteca. Las acciones se ejecutaron con base en la recopilación de las demandas de los usuarios, indicó el STC. En un corte al mes de aplicación del operativo, se había reportado la detención de dos mil 184 vendedores ambulantes, sobre todo, vagoneros y bocineros.

"Hay ya muy pocos bocineros y los vamos a sacar de los vagones, no se van a mantener dentro de los vagones, los vamos a sacar cuando estén ejerciendo esa actividad, inclusive si están vendiendo discos piratas o mercancías de dudosa procedencia. Estamos deteniendo a vagoneros invidentes, no estamos permitiendo acceso a los vagones. El sábado pasado se cayó a las vías un invidente que iba en los vagones, por fortuna no pasó a mayores, pero es muy peligroso este tipo de comercio y cuando son invidentes aumenta el peligro tanto para personas invidentes como para usuarios", dijo el director del SCT.

El funcionario reveló que ya se conocía la forma como se lleva a cabo la distribución de productos y las zonas desde donde se realiza, el uso de niños en el comercio ambulante, pero éstos no pueden ser presentados ante el Ministerio público o a un juez calificador.

El primer día de las acciones policiacas participaron mil efectivos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del GDF y se remitieron ante la autoridad competente a 382 vendedores informales; 22 eran bocineros y 360 eran expendedores de diversos productos instalados en pasillos y otras zonas del STC; la mayoría fueron presentados ante juzgados cívicos capitalinos, en donde se les fijaron multas de 600 pesos o arrestos de 36 horas; seis personas fueron llevadas ante el agente del MP, cinco fueron remitidos por ultrajes a la autoridad y uno por portación de arma de fuego. En estaciones ubicadas en el Estado de México, 105 personas se presentaron al Juzgado Cívico, de las que 12 eran bocineros.

En la segunda jornada, el martes 18 de agosto, se remitieron 109 vendedores informales ante autoridades competentes y se realizaron 110 desalojos de las instalaciones. De entre los primeros, 16 eran bocinerosy los 93 restantes expendían otras mercancías en los trenes y en pasillos de las estaciones.

Contubernio

Las políticas basadas en la componenda siguen siendo las mismas y el personaje central es el ahora diputado federal, Fernando Espino Arévalo, quien con la anuencia del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera,logró colocar en la dirección del STC a un excompañero de partido Jorge Gaviño Ambriz, quien en la pasada legislatura de la ALDF fue el presidente de la comisión especial investigadora del caso Línea 12, que, como en otros casos de grupos de trabajo de este tipo, no sirvió para aclarar nada.

Al parecer esta designación fue facilitada por el choque de intereses que el exdirector del Metro, Joel Ortega Cuevas, mantuvo con Espino Arévalo desde el nombramiento de aquél el 5 de diciembre de 2012. El conflicto entre ambos se salió de control el 4 de mayo tras el choque de dos trenes en la estación Oceanía de la Línea 5, cuandoEspino responsabilizó a Ortega y al propio GDF, asegurando que el SCT no aportó el dinero necesario (mil 500 millones de pesos) para el mantenimiento de trenes, suma que debieron ejercer empresas designadas por el sindicato. Joel Ortega, por su parte, atribuyó el accidente a la negligencia del operador que hizo colisión con otro tres estacionado en el andén de Oceanía–dirección Pantitlán-Politécnico– y acusó a Espino de intentar chantajearlo.

No se resuelve aún la controversia abierta con la empresa de construcción Ingenieros Civiles Asociados (ICA), propiedad de Slim, por las fallas en la Línea 12; el Jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera se saltó a Joel Ortega, reuniéndose en privado con Espino el martes 19 de mayo; tras este encuentro anunció que habría avances en el mantenimiento del Metro. Días antes, Espino recababa firmas entre sus agremiados para exigir la destitución de Ortega.

A las 13:38 horas del 13 de julio, Espino Arévalo publicó en su cuenta de Twitter @FernandoEspino: “Celebramos al jefe de Gobierno x (por) muestras claras de querer un futuro armónico entre @MetroCDMX y #FamiliaMetro con @jorgegavino al frente”. Se entendió claramente que Miguel Ángel Mancera iba a quitar a Joel Ortega y poner a su amigo Gaviño.

El 19 de mayo tuvo lugar una reunión privada entre Miguel Ángel Mancera y el dirigente sindical; el representante de los trabajadores sindicalizados del SCT Metroamenazó con ampliar sus denuncias a los usuarios, señalando la sistemática falta de mantenimiento, campaña que ya había iniciado colocando pegoles en algunas estaciones, trenes y en diversos de comunicación. Poco antes de un mes, el 16 de julio, anunció varios cambios en su gabinete gubernamental, entre los que figuró Gaviño; anunció también que desde la madrugada del 17 de julio comenzaría a revisar los trabajos de reconstrucción del tramo suspendido de la controversial Línea 12, que según el jefe de Gobierno será reabierta en el mes de noviembre próximo. También reveló que a partir de ese día viajaría diariamente en el Metro para conocer mejor el funcionamiento del mismo.

Sólo en el discurso, el viejo tren metropolitano de la capital de México supera sus graves problemas de obsolescencia, saturación y corrupción, mientras en los hechos hace tiempo que dejó de brindar un servicio de transporte eficiente, cómodo y seguro al pueblo trabajador de la Ciudad de México y la zona conurbada, función para la que fue creado hace casi medio siglo.