El injusto aumento presupuestal al Poder Judicial

**Con sueldos de a 130 mil pesos para el presidente del STJE; de a 120 mil para los magistrados, incluidos los que acaban de llegar cabe preguntarse: ¿realmente eso es impartición de justicia?


El injusto aumento presupuestal al Poder Judicial

La Crónica de Chihuahua
Diciembre de 2014, 23:52 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera/ ahoramismo.mx

Los poderes y órganos autónomos de consintieron este año al hacer su propuesta de Presupuesto de Egresos para el año próximo, y el Congreso que se los concedió. Ya hablábamos ayer cómo el Poder Legislativo se aumentó el presupuesto en un 27 por ciento para el año próximo, pues ahora veremos al Judicial, que no se quedó atrás.

El Supremo Tribunal de Justicia del Estado (STJE) dispondrá el año próximo de un 24.4 por ciento, casi lo mismo que su vecino, el Poder Legislativo, que al que tendrá a unas cuadras de distancia a partir de mediados del 2015, cuando terminen de construir la “Ciudad Judicial”.

Los nuevos magistrados y la estructura del Poder Judicial tendrán este año mil 224.3 millones de pesos, algo así como 240 más que el año pasado. Ahí nada más. Dirán que es porque este año instrumentarán las reformas en materia de juicios familiares para hacerlos de manera oral, pero aun así se ve demasiado el aumento para un estado que se vio obligado a vender carreta para completar el presupuesto.

El gasto en sí mismo, el de construir un enorme edificio de 40 mil metros de construcción, que ya los quisiéramos para un hospital regional como el que le urge a la ciudad de Chihuahua, ya suena demasiado elevado. Pero luego, cuando vemos que toda la burocracia estatal se bajó el sueldo, incluido el del gobernador y sus secretarios, y ver que los magistrados del STJE siguen siendo la parte más dorada de la nómina del sector público, como que cala más el incremento del 24 por ciento a su presupuesto.

Cuando se ven esos desplantes: sueldos de a 130 mil pesos para el presidente del STJE; de a 120 mil para los magistrados, incluidos los que acaban de llegar; el edificio que ya luce como el más grande de todo el centro de la ciudad, cabe preguntarse si realmente eso es impartición de justicia.

Y cabe la pregunta, porque en un estado de contrastes, como lo es Chihuahua, donde conviven miles de personas en condiciones oprobiosas que rayan en lo infrahumano, con funcionarios que ganan más de 100 mil al mes o empresarios incluidos en las listas de los más poderosos del país, bien se puede cuestionar que un solo concepto de gasto tenga ese incremento presupuestal de un año a otro.

Por ejemplo, la Coordinadora Estatal de la Tarahumara, que atiende nada más y nada menos que a la población serrana del estado, tendrá menos presupuesto que el año que termina: de 41 millones 651 mil, pasará a 41,224 mdp en el 2015. O está el caso del Fondo de apoyo para la Cruz Roja, que tendrá un incremento raquítico; o bien el del Instituto Chihuahuense de la Salud, que ejercerá la misma cantidad de presupuesto, lo cual implica una disminución si se toma en cuenta el factor inflacionario.

En Chihuahua hay miles de homicidios sin resolver; hay una cifra negra del 80 por ciento de delitos no denunciados, según la Encuesta Nacional de Victimización del Delito del INEGI; personas que debieron pedir asilo político porque en Chihuahua no tenían garantías para proteger su integridad física; policías sin armas para hacerle frente a los delincuentes.

Con un panorama de ese tipo, un edificiazo que se llame “Ciudad Judicial” suena hasta a irónico.