El horror nuestro de cada día (358)

CINE “SNUFF”: LA CRUELDAD EN SU MÁXIMA EXPRESIÓN


El horror nuestro de cada día (358)

La Crónica de Chihuahua
Diciembre de 2018, 13:55 pm

Por Froilán Meza Rivera

Teorías, hipótesis, elucubraciones, versiones, hay muchas que “explican” la muerte de más de 440 mujeres en Ciudad Juárez a partir de 1993, cuando se desató la ola de crímenes que no termina. Y aunque las autoridades quieren convencer a la opinión pública nacional e internacional, de que nada sucede en realidad, los asesinatos están ahí, y cualquiera los puede rastrear por lo menos en los archivos de prensa.

Últimamente, ha habido personajes que apuntan a la hechura de cintas de video o cine “snuff” para explicar al menos algunos de estos asesinatos, y se basan, dicen, en el parecido físico de las víctimas en la pantalla con las chicas de Juárez.

La tesis de la producción de videos snuff en los asesinatos de Ciudad de Juárez no es nueva. Ya en 1993, cuando apareció el primer cuerpo de una joven mujer violada y mutilada, se comenzó a manejar tal posibilidad. Esta teoría se ha visto reforzada por la dilatación en el esclarecimiento de los hechos y por la reiteración de ciertos patrones en las víctimas y en las vejaciones a las que fueron sometidas.

Durante el año antepasado, según el portal de Terra, la Subprocuraduría de Investigación Especializada contra la Delincuencia Organizada (SIEDO), de la Procuraduría General de la República, habría estado investigando películas pornográficas donde aparecen mujeres similares a varias de las víctimas de Juárez.

Además, en distintos medios locales se ha afirmado que en Ciudad Juárez existiría una banda que podría estar utilizando la ciudad para producir películas pornográficas.

En la pornografía “snuff” no hay actrices. No hay guiones. Las protagonistas mueren durante la filmación y esa es la única razón para la cual se graba el video: para mostrar un crimen real, en el que la víctima sufre las más atroces vejaciones.

Eso es el llamado “snuff”. Una sicopática tendencia de las producciones audiovisuales pornográficas que ya no son solo un mito, porque en todo el mundo sobran los hallazgos para acreditar su existencia y más aun, siniestros “consumidores” que pagan altas sumas de dinero para acceder a ellos.

Se trata de la expresión máxima del desprecio por la vida y especialmente por las mujeres, porque son ellas las preferidas para estos salvajes asesinatos televisados.

Pero ¿de dónde salen las víctimas? En Ciudad Juárez puede haber una respuesta.
Al menos así lo cree Marcela Lagarde, antropóloga feminista que fue presidenta de la comisión del Congreso mexicano encargada del esclarecimiento de los feminicidios en la ciudad fronteriza.

Para Lagarde, la industria pornográfica del snuff sería la responsable de muchos de los atroces crímenes que han terminado con la vida de 440 mujeres en Ciudad Juárez durante las últimas dos décadas.

En una entrevista, la antropóloga dijo que lamentablemente muchas de las víctimas de Juárez pueden haber sido víctimas de la producción de este tipo de películas sadomasoquistas. “Todas estas mujeres presentaban un patrón común: eran jóvenes, pobres, bonitas y delgadas. Estas chicas realizaban estudios de informática o de otro tipo, y cuando se matricularon, les hicieron fotos. Hay indicios de que se han hecho circular estas fotos a través de Internet, donde se escoge a las víctimas, se las secuestra y luego se las asesina para hacer películas de consumo pornográfico en las que se graba todo esto”, explicó.

“Los cadáveres presentan muchas similitudes. Todas sufrieron violencia sexual innecesaria, incluso para un psicópata. Fueron mutiladas y les arrancaron los pezones y órganos sexuales. Luego abandonaron los cuerpos en medio del desierto, y la policía no vio nada, porque están implicados o sobornados por las redes de delincuentes”, dijo la antropóloga.

¿Será ésta una explicación —una de ellas—, aunque sea parcial?

Todo apunta para allá.