El gobierno de Maloro: la mano que mece la cuna de la represión y la calumnia

**Lejos quedó la minuta firmada por funcionarios municipales, en que se comprometen a brindar vivienda, introducir agua potable, drenaje, electrificación, pavimento, remozar un centro de salud, tarifa social, apoyos con láminas galvanizadas, despensas, etc.


El gobierno de Maloro: la mano que mece la cuna de la represión y la calumnia

La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2017, 08:08 am

Por Miguel Ángel Casique Pérez/
Dirigente estatal del Movimiento Antorchista en Sonora

Los antorchistas hermosillenses cumplimos ya más de un mes plantados frente al palacio de gobierno municipal, exigiendo se cumpla la minuta de acuerdos firmados a finales de enero de este año, en donde el Ayuntamiento se comprometió a dotar a miles de sonorenses de obras y acciones muy necesarias para paliar sus condiciones de pobreza. Desde finales del mes de mayo esperamos que el alcalde Manuel Ignacio Acosta Gutiérrez “Maloro” cumpliera la palabra empeñada de sus funcionarios, pero no conforme con la falta de capacidad para atender y dar cumplimiento a sus compromisos, el gobierno municipal ha ignorado nuestro plantón y recurre a los viejos métodos ya desgastados para hacer que los pobres desistamos de nuestra lucha, la intimidación y el embuste.

Lejos ha quedado la minuta firmada por los funcionarios de Maloro, en donde se comprometen a brindar vivienda de INFONAVIT por medio de la inmobiliaria municipal, introducción de agua potable, drenaje, electrificación, pavimentación de calles, remodelación de un centro de salud, tarifa social, apoyos con láminas galvanizadas, despensas, etc., para emprender una sucia campaña de amedrentamientos e intimidaciones que la opinión pública sonorense debe conocer.

Primero.- Desde que inició el plantón, el encargado de asuntos políticos, Lic. Jesús Andrade, aprovechando la presencia de los medios de comunicación, afirmó categóricamente que ya se había iniciado la obra de agua potable de El Chaparral y la electrificación en la colonia La Antorcha, pero ante nuestra invitación para que en ese preciso momento se trasladaran a verificar lo que decía el funcionario, los antorchistas retamos al funcionario a que nos retirábamos inmediatamente de nuestra protesta si los reporteros comprobaban la verdad de sus declaraciones in situ. Como era de esperarse, el funcionario no aceptó la invitación y en todo el tiempo que lleva nuestra protesta no ha demostrado que dichas obras ya estén ejecutándose.

Segundo.- Con motivo de nuestra presencia permanente frente a la presidencia, un día sí y otro también, policías vestidos de civil y uniformados estuvieron provocando a los manifestantes, intentando encontrar un motivo para desalojar por la fuerza el plantón que dignamente sostienen hombres y mujeres que, organizados en el antorchismo, están haciendo valer su derecho de petición y manifestación.

Tercero.- Se nos envió a una –seudo periodista– para atacarnos, a través de un pasquín, tanto a dirigentes como a los agremiados, además de provocarnos para que se le agrediera y de esta manera presentarnos como agresores.

Como todo esto no les funcionó y ha tenido un efecto contrario, incrementamos cotidianamente las acciones de protesta y nuestra lucha por dar a conocer la inconformidad contra el mal gobierno de Maloro: recurrimos a las difusiones en las plazas públicas, perifoneo en las colonias, colocación de vinilonas en puentes peatonales, campañas en redes sociales, videos de denuncias, llamadas a los medios de comunicación para denunciar la falta de atención y de solución a nuestro plantón, hechos que obligaron al gobierno municipal a recurrir a otras medidas dictadas en el manual de los gobiernos represores ¿cuáles fueron esas acciones?

1.- Jueves 3 de agosto. A la media noche, aprovechando la oscuridad, como lo hace la mayoría de los delincuentes, brigadas de porros tiraron propaganda negra en colonias de nuestra organización, con la que se calumnia a la dirigencia antorchista acusándonos de chantajistas. Vecinos y testigos de las colonias La Antorcha, Cajeme, Humberto Gutiérrez y Manuel Serrano, aseguran haber visto a “cholos” tirando dicha propaganda y haber descendido de un vehículo oficial del Ayuntamiento de Hermosillo.

2.- Viernes 4 de agosto. Aproximadamente a las doce del día, en la avenida Solidaridad y Luis Encinas, se presentó la patrulla municipal número 998, con el objetivo de llevarse a la cárcel a estudiantes y maestros de la Casa del Estudiante Sonorense cuando realizaban una colecta pública, ya que desde el mes de mayo no se le brinda el subsidio comprometido por el Gobierno del Estado. Con el argumento de que el volumen de la bocina “era alto” y que eso “molestaba a los ciudadanos”, se montó un operativo con más de cuatro motociclistas de la policía municipal para lograr su propósito de detener a los integrantes de la casa, pero gracias a su decisión y no dejarse atropellar por la autoridad así como el apoyo de los ciudadanos y automovilistas, no se consumó la detención. La colecta pública es una actividad que han realizado decenas de generaciones de jóvenes para poder continuar sus estudios, acto en la que han cooperado miles de ciudadanos sonorenses que están de acuerdo en apoyar, por lo que jamás habían sufrido tal atropello.

3.- Viernes 4 de agosto. El mismo viernes por la noche se presentaron agentes de la Policía Estatal Investigadora (PEI), al domicilio de Verónica Ayala Ávila, presidenta del grupo de Antorcha en la colonia Cajeme, para entregarle un citatorio donde le dicen que debe presentarse ante el Ministerio Público el lunes 7 de agosto. A los pocos minutos de este citatorio se le hizo llegar un anónimo por debajo de su puerta con el siguiente mensaje: “aléjate de los antorchos o esto te puede pasar con la justicia” (sic).

Estas tres últimas acciones tienen algo en común y nos llevan a quien mece la cuna de todos estos episodios. Nos preguntamos ¿A quién benefician estas acciones? ¿Quiénes son los interesados de meter miedo a los destinatarios de estos mensajes? ¿A quién afecta nuestro plantón? No es difícil contestar estas preguntas, la respuesta es obvia, al gobierno municipal que encabeza Maloro.

Una vez más el antorchismo hermosillense y sonorense tenemos que decirle a estos aprendices de la represión que con estas u otras acciones nuestro movimiento no se va asustar, no vamos a renunciar a nuestra lucha. La única forma de que retiremos el plantón es y será con soluciones a nuestras peticiones, en el combate a la pobreza enserio, si no es así continuaremos el tiempo que sea necesario, soportando y denunciando los actos de represión de la autoridad y su ineficacia como gobernantes.

Reiteramos que se tratan de obras y servicios más elementales para poder vivir como verdaderos seres humanos. Uno concluiría que estas demandas serían atendidas con prontitud por parte de la autoridad, pero la realidad y después de 33 días de plantón, esto no es así; por el contrario, hemos tenido que soportar las inclemencias del tiempo; altas temperaturas (46°), lluvias (verdaderos diluvios) que esto ya es mucho para plantonistas, pero el gobierno municipal no conforme con esto y ante la falta de capacidad de atender y dar cumplimiento a sus compromisos, recurre a la intimidación y la campaña negra en contra de los luchadores sociales en Sonora.

Ante esta situación, responsabilizamos de lo que pase a nuestros agremiados y a nuestra dirigencia al Alcalde priísta, Manuel Ignacio Acosta Gutiérrez. A la Gobernadora Claudia Artemiza Pavlovich Arellano le pedimos su intervención en el conflicto y sobre todo se garantice nuestro derecho a manifestación. Exigimos que en Sonora se garantice la seguridad e integridad física de todos los antorchistas, pues lo único que pedimos es que se haga justicia, que se reparta un poco de la riqueza de este país con obras y servicios para los más pobres de Hermosillo, nada más, pero nada menos.