Don Benito Juárez y su república peregrina llegan a Chihuahua

**Al Benemérito le hicieron en Chihuahua cálidos recibimientos en cada lugar donde iba llegando hace 151 años, y se conserva de ello una rica y cariñosa tradición oral.


Don Benito Juárez y su república peregrina llegan a Chihuahua

La Crónica de Chihuahua
Octubre de 2015, 12:38 pm

Por Froilán Meza Rivera

Chihuahua, Chih.- Es tradición recordar acá, en tono de fiesta, la llegada de Benito Juárez a Chihuahua, el 12 de octubre de 1864, en su afán por conservar a toda costa el legítimo gobierno constitucional, para contrarrestar la todopoderosa influencia del imperio de Maximiliano y de los conservadores.

Acá estableció Juárez su gobierno, instaló las instituciones republicanas en Chihuahua, y el "palacio nacional" fue durante casi un año la que hoy se conoce como Casa de Juárez, su residencia. Fue bien recibido por los chihuahuenses, que eran mayoritariamente republicanos.

Benito Pablo Juárez García, después de nombrar gobernador y general en jefe de todas las fuerzas republicanas que operaban en Chihuahua al general Manuel Ojinaga, presionado por el avance de las tropas francesas, salió hacia Villa Paso del Norte el sábado 5 de agosto de 1865, y el lunes 14 de agosto de ese mismo año queda establecido en la Villa el gobierno nacional.

Villa Paso del Norte contaba, en ese entonces, con cerca de tres mil habitantes, su población reflejaba el mestizaje de la época colonial, producto de la mezcla de rasgos culturales españoles e indígenas de la región.

Lo demás, su regreso al sur del país, la decisiva batalla de Querétaro con que coronó posteriormente la derrota del Imperio, todo ya es historia.

CARIÑOSA TRADICIÓN ORAL

Sin embargo, acá en Chihuahua, a la gente le encanta recordar detalles del recibimiento a Juárez, desde que entró al estado por el sur, desde la Hacienda del Florido y todo ese recorrido. Cuenta la tradición oral en la región de Rosales, que el día en que llegó a esta población, el 10 de octubre de ese 1864, y antes de la hora de dormir, con la fiesta en su apogeo, don Benito, que era un hombre muy alegre, quiso salir a bailar en cuanto empezaron a tocar los músicos, pero los acompañantes no le daban tiempo.

Así que fue hasta la segunda melodía cuando el hombre pudo darle vuelo a la hilacha y bailó aquella alegre polka que tanto le gustó, y la pidió una y otra vez a los músicos. Se trataba de “Las Escobitas”, y cuentan los lugareños que, pasados dos días, cuando Juárez estaba ya en la capital del estado, como no se acordó del nombre, volvió a pedir que le tocaran la misma melodía, “la segunda que tocaron en Rosales”.

“Las Escobitas” se llama, desde entonces, en honor a don Benito Juárez, “La Segunda de Rosales”, y por lo menos en Chihuahua nunca ha dejado de tener vigencia.

Ese día, el 10 de octubre, se conmemora cada año en Rosales como la fecha cuando el pueblo acogió calurosamente a la República peregrina y su representante, a quien guardaba la integridad de la nación en su propia persona.

La casa donde se alojó el Benemérito es en la actualidad la Casa de la Cultura del Municipio, y es un edificio al que decidieron darle vida, porque estaba abandonado.