Diputados priistas desobedecen a su jefe: no quieren celeridad en la investigación

**Se opusieron a que las investigaciones en torno al caso Banco Unión no corrieran “rápidamente” como lo demandó el propio gobernador César Duarte.


Diputados priistas desobedecen a su jefe: no quieren celeridad en la investigación

La Crónica de Chihuahua
Noviembre de 2014, 17:14 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera

Este jueves 20 de noviembre ocurrió un milagro en el Congreso del Estado de Chihuahua: los diputados priistas de Chihuahua “desobedecieron”, digámosle así, al gobernador César Horacio Duarte Jáquez.

En efecto, lo desobedecieron, fueron a contrapelo de su voluntad, porque se opusieron a que las investigaciones en torno al caso Banco Unión no corrieran “rápidamente” como lo demandó el propio gobernador.

El mandatario estatal se dijo deseoso de que se lleve a cabo la investigación en torno al presunto enriquecimiento ilícito en el cual incurrió por haber acumulado 65 millones de pesos para invertirlos en un fieicomiso con el cual, después, se hizo del 15 por ciento de las acciones del Banco Unión, todo esto, cuando ya era gobernador. Al menos eso dice la denuncia.

Si el gobernador ha dicho tener interés en que corran las investigaciones con celeridad y que cuanto antes se aclare lo que él ha dicho: que no usó recursos públicos para apalancar a “Progreso” y que los 65 mdp de los que hablan los denunciantes eran de él y no del erario.

Si es así de simple ¿por qué se opusieron los diputados priistas y sus aledaños a que saliera por la vía rápida el exhorto dirigido a las autoridades investigadoras para que ahonden las investigaciones relacionadas con la denuncia que presentó el abogado Jaime García Chávez?

Flaco favor le hicieron a su jefe político. Si hubieran aprobado la iniciativa presentada el jueves por el diputado panista Rogelio Loya, las bancadas priistas—la propia y la aledaña—habría demostrado estar en la misma tónica del gobernador, de pedir que se vaya rápido esta investigación.

El defecto, sin embargo, venía de origen: la iniciativa de Loya tuvo un defecto de origen: por un lado, pedía que el pleno aprobara un punto de acuerdo, así vía fast track (“de urgente y obvia resolución”) dirigido a la PGR y a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para que agilicen las investigaciones en torno a ese caso. Si ahí se quedaba el punto, tal vez no tendría más escollos por brincar, pero luego dio por hecho que el gobierno de Chihuahua cometió un ilícito al invertir 802 mdp en Unión. Es decir, que el diputado panista se convirtió de pronto en agente del Ministerio Público y en juez. Pasó por los tres poderes en una sola iniciativa. ¡Vaya pues!

Luego, la propuesta de Loya sirvió para que panistas y priistas se echaran en cara asuntos que ni al caso venían. Ahí salió al tema el ex gobernador panista de Aguascalientes, Armando Reynoso, actualmente en prisión; unos insultos pronunciados supuestamente por el ahora senador Javier Corral Jurado y bueno, hasta el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa salió al quite para meter al pantano la petición.

Si se hubieran extendido en el tema, capaz que sale a relucir la llamada “casa blanca” de la primera dama Angélica Rivero. ¿No era más fácil comportarse con ecuanimidad, con madurez política, presentar una iniciativa mesurada, con un asimple petición de acelerar las investigaciones y luego aprobarla con celeridad? No: los diputados prefieren irse por la larga y prolongar la disputa política en la más alta tribuna del Congreso. Por eso nadie los ve como representantes populares.