¿Cuál diálogo, señor Diódoro? ¡Marcharemos 20 mil!

**En síntesis: no nos resuelven nuestro pliego petitorio, se apropian ilegalmente el dinero que logramos ante el gobierno federal y, como si eso no bastara, solapan y alientan la impunidad en los diez crímenes cometidos contra nuestros líderes.


¿Cuál diálogo, señor Diódoro? ¡Marcharemos 20 mil!

La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2017, 20:00 pm

Por Aquiles MONTAÑO BRITO

Como todo mundo sabe, el pasado martes 22 de agosto, 10 mil integrantes del Movimiento Antorchista protestamos de manera simultánea en las oficinas de ocho dependencias del Gobierno Estatal para pedir que se atiendan las peticiones que le hicimos al gobernador Antonio Gali Fayad, a través de un pliego entregado formal, respetuosa y oportunamente al inicio de su gestión. Todas las demandas, como lo podemos probar ante quien nos lo pida, están plenamente justificadas y todas caen de lleno dentro de las obligaciones que el gobierno estatal contrajo con los ciudadanos cuando asumió el poder político del estado. Además, a solicitud de los propios secretarios de las dependencias, recortamos al máximo nuestro pliego petitorio con el objetivo de que por lo menos lo más urgente avanzara y miles de poblanos humildes se vieran beneficiados con algunas obras que harían un poco más llevadera la vida de pobreza que deben soportar en sus pueblos o colonias.

En las reuniones convocadas por los secretarios del gobierno, todos reconocieron la justeza de las peticiones que presentamos y, por eso, todos, sin que alguno faltase, se deshicieron en promesas de solución pronta y efectiva. Pero todo se quedó en promesas.Como todos los plazos autoimpuestos por ellos se han cumplido con creces hace varios meses y las soluciones se multiplican por cero, el Movimiento Antorchista decidió emprender una campaña estatal de denuncia cuya última acción fue la protesta simultánea del día martes 22 de agosto, con el objetivo de pedir que los funcionarios de las dependencias cumplan su obligación y hagan el trabajo para el que se les paga: solucionar los problemas de los poblanos, cuya absoluta mayoría vive en la pobreza más espantosa. Nada más, pero nada menos.

Nuestras demandas se pueden dividir en tres grandes grupos. El primero de ellos es evidentemente político: desde hace varios meses, hemos denunciado en la Fiscalía General del Estado al menos cuatro crímenes políticos contra los líderes de nuestra organización: amenazas de muerte y atentados con armas de fuego contra el líder en Cuayuca de Andrade y secretario general del Ayuntamiento, Nibardo Hernández Sánchez, amenazas de muerte anónimas contra la alcaldesa de Tecomatlán, Inés Córdova Aguilar, así como los allanamientos de las oficinas de la organización en Balcones del Sur en la capital del estado y en el municipio de San Martín Texmelucan. Esos sólo son los ocurridos durante la actual administración. Pero antes hemos denunciado otros seis atentados con armas largas, secuestros y torturas, sobre todo en la Sierra Negra (Coxcatlán, Coyomeapan, Ajalpan), y en la zona de la Mixteca Poblana. En total, pues, diez crímenes políticos perpetrados por caciques locales o gente con poder que, ante el crecimiento de la organización, intenta frenarnos con acciones dignas de las bestias más irracionales. En todos hemos interpuesto sendas denuncias penales y entregado material fotográfico y en video, así como testigos de los hechos, para que los crímenes no queden impunes. Pero todo ha sido en vano. Parece que los criminales tienen poderosos padrinos políticos que les aseguran inmunidad.

En segundo lugar, las solicitudes de obra al gobierno estatal, que consisten básicamente en pavimentación de calles y carreteras, construcción de espacios educativos (aulas, laboratorios, sanitarios, bibliotecas, etcétera, para escuelas de todos los niveles académicos), construcción de hospitales de la Mixteca Poblana, entrega de apoyos a la vivienda, apoyos al campo, construcción de sistemas de drenaje, agua potable y redes de energía eléctrica. Nada que no sea una necesidad básica de cualquier ser humano. Recuérdese que el 83 por ciento de los poblanos gana menos de tres salarios, lo que evidentemente no alcanza para vivir decentemente, o que muchos de los municipios del estado tienen a más del 92 por ciento de su población viviendo en la miseria, si a eso le sumamos la inacción de las dependencias de gobierno para darles escuelas de calidad, calles con pavimento, energía eléctrica y todo lo demás, cualquier mente sana se dará cuenta de que esa gente sobrevive por puro milagro.

Finalmente, denunciamos que el gobierno tiene retenidos más de 90 millones de pesos que el Movimiento Antorchista gestionó y logró con mucho esfuerzo en la Cámara de Diputados a finales del año pasado para ser aplicados en complejos culturales y escuelas. A pesar de ser una gestión de Antorcha, la Secretaría de Hacienda federal no nos entrega a nosotros el dinero, sino que se lo da íntegro al gobierno estatal para que sea él, a través de Infraestructura, quien lo aplique. Pero resulta que ahora, con el dinero en sus manos, el gobierno estatal se niega a construir las obras, con argumentos tan vagos y baladíes que lo único que dan a entender es que se quiere cometer un robo oficial del dinero gestionado por nosotros en la federación.

En síntesis: no nos resuelven nuestro pliego petitorio, se apropian ilegalmente el dinero que logramos ante el gobierno federal y, como si eso no bastara, solapan y alientan la impunidad en los diez crímenes cometidos contra nuestros líderes.

¡Ah!, pero eso no es todo. Con el más absoluto cinismo e impudicia, el señor Diódoro Carrasco Altamirano, secretario general de Gobierno en Puebla, afirmó tras nuestra marcha del día martes 22 de agosto que “los manifestantes no se han abierto al diálogo, por lo que su proceder puede tener otro tipo de intereses. (…) Sólo lanzan consignas y se van”. Primero: ¿Qué otros intereses, señor analista político? Si no puede resolver un agua potable, ¿usted cree que Antorcha le planteará “otras cosas” de carácter político? Para morirse de la risa. Segundo: ¿Que no nos hemos abierto al diálogo, señor secretario? Esa es una calumnia. La dirigencia de la organización ha acudido a todas las “mesas de diálogo” que ustedes han propuesto, no sólo con los secretarios en bloque en las que según usted da indicaciones que nadie obedece, sino que hemos ido ene veces a “mesas de diálogo” a las diferentes secretarías en las que lo único que nos dicen es que “no hay línea de resolver”. Y en esas “mesas de diálogo”, que usted ahora niega, nos la hemos pasado ocho meses, sin que se resuelva absolutamente nada. Cero soluciones es la consigna en todas. Pero, además, el miércoles mismo nuestra dirigencia acudió, porque usted así lo pidió, a una última mesa de diálogo para ver si había ya alguna respuesta positiva a nuestro pliego petitorio. ¿Sabe la opinión pública con qué se encontraron? Además de una sarta de reclamos, la promesa, sí, la “promesa”, ¡de una nueva mesa de diálogo!, para solucionar los asuntos, misma que tendría lugar el día martes 29 de agosto. Y nuestra dirigencia se quedó esperando la famosa “mesa de diálogo”. Se trató, pues, de una nueva burla. Así que le preguntamos: ¿Cuál diálogo, señor secretario? Pero lo cierto es que a los campesinos y colonos humildes de Puebla no les interesa “dialogar” con usted o con sus secretarios, sino simplemente que solucionen las demandas. Se les paga para que den resultados y no explicaciones; así que las palabras se las pueden ahorrar y ponerse a componer todas las carencias que existen en el estado y que son, básicamente, responsabilidad de quienes nos han gobernado. Los poblanos que no tienen trabajo, los que deben vender baratijas para ganar un pan honrado, los que tienen un salario miserable, los que deben sufrir las calles llenas de baches, los que deben acudir a escuelas de palitos, los que viven en “Cartolandia”, los que deben padecer en hospitales sin medicinas ni médicos suficientes, bastante se los agradecerán. El diálogo y las puertas abiertas, por sí mismos, no solucionan nada ni refutan las carencias de millones de poblanos. Eso lo entiende hasta el más párvulo.

Pero ahí no se quedó la declaración de Diódoro Carrasco: “Los estamos atendiendo (a los antorchistas) en el límite de la capacidad presupuestal que tiene el Gobierno del Estado”. Pues salvo que su capacidad sea igual a cero, no entendemos a qué se refiera, porque las “atenciones” son iguales a cero. Sigue el secretario general de Gobierno: “Aquí vale la pena decir que con Antorcha tenemos una serie de compromisos que son los que se están atendiendo”. ¿En serio señor secretario? ¿Cuáles, porque ni nosotros los conocemos? Bastante le agradeceríamos que nos proporcionara una lista de “los compromisos que están atendiendo”. Y todavía más: “Siempre —sostuvo Diódoro Carrasco— plantean nuevas cosas”. ¡Pero si ustedes nos han hecho recortar al máximo nuestro pliego petitorio! ¿Cuáles cosas nuevas? ¿Cuáles soluciones a nuestras demandas? ¿Cuál diálogo? Todo es una mentira absoluta.

De modo que no nos dejan otra opción más que seguir marchando. El próximo lunes 4 de septiembre, 20 mil antorchistas saldremos a las calles a protestar por la forma tan arrogante y despótica con que se despacha en la Secretaría General de Gobierno y pediremos, por tanto, la intervención del señor gobernador de Puebla, Antonio Gali Fayad, para solucionar nuestras demandas. Los cerca de 300 mil poblanos organizados en Antorcha en el estado ya nos alistamos para una lucha larga y duradera en caso de que no se nos haga caso, una vez más. Años atrás, con menos fuerza de masas, hemos soportado meses enteros en plantón, ¿por qué no lo haríamos ahora? Pero, como siempre, de ustedes depende.