Crónicas de mi tierra, Chihuahua (XVII)

LA MISIÓN DE SANTA ROSALÍA DE CUEVAS, HISTÓRICA RUINA


Crónicas de mi tierra, Chihuahua (XVII)

La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2014, 13:16 pm

Por Froilán Meza Rivera

Fue construida en 1678

Santa Rosalía de Cuevas, Chih.- El sol del amanecer enciende la cantera rojiza y los muros de adobe, y entonces es cuando la antigua misión de Santa Rosalía de las Cuevas brilla en todo lo que le queda de esplendor.

Esta construcción, que ahorita está a punto de caerse de puro abandono y desidia, fue comenzada en el año de 1678, dicen que muy probablemente por iniciativa del padre Luis Mancuso, cuando este misionero, de la Orden de los Jesuitas, fue responsable de la vecina misión de Santa María de Cuevas.

¿Qué le queda a este otrora magnífico edificio?

Para empezar, el techo se perdió al desplomarse, y la estructura de los muros y el contrafuerte siguen de pie por milagro. En la fachada, la portada de cantera sigue prácticamente completa, aunque las piezas comienzan a aflojarse porque el mortero de sus juntas se ha ido deslavando, y las piedras siguen el mismo procesó que sufren las dentaduras cuando les falta algún diente.

Un reguero de adobes casi completos que se presenta en el costado Norte, es indicador de un reciente derrumbe de una parte de la estructura, y hay que decir que en general, se trata de una ruina.

La misión de Santa Rosalía de Cuevas y su templo son parte del conjunto de 168 misiones de conquista espiritual que se instalaron en el estado de Chihuahua en tiempos de la colonización europea. Formaba parte de la llamada provincia jesuita de Tepehuanes, y la ola de fundación de asentamientos en esta región partió de Huejotitán y Balleza, que se dirigieron hacia la riquísima zona de Cusihuiriachi y el Papigochi.

En 1753, es decir, casi un siglo después de su fundación, un informe daba cuenta de que la iglesia se encontraba en buenas condiciones, provista de un buen mobiliario, altar, retablo y tres campanas.

Igual que sucedió con los otros asentamientos misionales, Santa Rosalía fue perdiendo población en la segunda mitad del siglo Diecinueve. Los indígenas se dispersaron en los puestos y ranchos aledaños, una vez que fueron despojados de sus tierras, y se incorporaron a las haciendas que, como la vecina hacienda de Los Remedios, se formaron como las unidades productivas dominantes durante todo ese siglo y hasta el tiempo de la Revolución.