Coronel y 7 soldados fueron encontrados culpables de homicidio

**Torturaron e inhumaron a dos hombres detenidos en 2009 en Casas Grandes.


Coronel y 7 soldados fueron encontrados culpables de homicidio

La Crónica de Chihuahua
Enero de 2016, 14:30 pm

Chihuahua.- Un coronel del Ejército Mexicano que fue parte de la Operación Coordinada Chihuahua, así como siete soldados, fueron encontrados culpables de los delitos de homicidio calificado, tortura e inhumación clandestina de cadáver en perjuicio de dos civiles detenidos en 2009 en Nuevo Casas Grandes.

El coronel de Infantería y comandante del 35 Batallón de Infantería en Nuevo Casas Grandes, Elfego José Luján Ruiz, fue sentenciado a 33 años de prisión, informó personal del Juzgado Cuarto de Distrito.

Los otros sentenciados son el capitán segundo de Infantería Everaldo Cludualdo Vega, el mayor de Infantería Faustino Sánchez Hernández, el soldado Jorge Luis Calvario Abarca y los cabos Marcelo Cruz Ramírez, Adrián Pérez Cristales, Ramón Natividad Loya Romero y Martín Jaime Juárez Reyes.

La sentencia corresponde a las víctimas Jesús Alberto Campos Moreno y Jorge Alejandro Yáñez Molina.

Ellos fueron detenidos el 18 de octubre del 2009 en las calles Emilio Carranza e Ignacio Ramírez en Nuevo Casas Grandes presuntamente por tener en su poder un arma de fuego.

Al parecer ellos fueron entregados por agentes de Seguridad Pública al capitán Vega y al cabo Pérez, quienes los llevaron a las instalaciones del 35 Batallón de Infantería, donde fueron torturados por instrucciones de Luján para obtener información relacionada con el crimen organizado.

Datos oficiales indican que a Campos Moreno le vendaron los ojos y lo acostaron en una cama metálica para ponerle un trapo mojado en el rostro y echarle agua.

Minutos después de esta práctica, Jesús Alberto dejó de respirar. Varios militares trataron de reanimarlo incluso el médico militar Óscar Antonio Cabrera, quien ya murió. Pero todo fue inútil. Entonces se tomó la determinación de asesinar al civil sobreviviente.

Yáñez Molina fue golpeado con un bat en la cabeza y en las extremidades inferiores, pero no murió por lo que le dieron dos disparos en la cabeza con una ametralladora. Los mismos golpes fueron infligidos a Campos Moreno, aunque ya no presentaba signos vitales.

Fue Luján Ruiz quien ordenó subir los cadáveres al vehículo de las víctimas y arrojarlos a un barranco. Pero no fue posible echar a andar el automotor, por lo que el coronel dio instrucciones de cavar un pozo profundo y enterrarlos.

Por lo que los militares bajo su mando, zanjaron una fosa en una brecha que va al poblado de El Berrendo, fue en ese momento que le dieron los dos balazos a Yáñez y a Campos a pesar de que tenía horas muerto.

Luego aventaron los cuerpos y taparon la fosa. Antes de retirarse, los militares recogieron los casquillos percutidos.

Además de este proceso penal, Luján Ruiz también está señalado como el responsable de la desaparición de los primos José Ángel Alvarado Herrera, Nitza Paola Alvarado Espinoza y Rocío Irene Alvarado Reyes.