¿Cómo se convirtió Lenin en el líder de la revolución?

**Los bolcheviques adoptaron los eslóganes de Lenin: “No apoyar al gobierno provisional” y “¡Todo el poder a los sóviets”.


¿Cómo se convirtió Lenin en el líder de la revolución?

La Crónica de Chihuahua
Julio de 2017, 13:07 pm

Alexei Timofeichev/ Russia Beyond the Headlines

Vladímir Lenin fue sin duda la figura política que más influyó en el desarrollo de la revolución rusa. Aunque antes del triunfo en octubre de 1917 tuvo que conseguir el apoyo del partido bolchevique y del sóviet de Petrogrado. Y es que Lenin había llegado a Rusia en abril. En poco tiempo y con gran maestría política se puso a las riendas de la revolución.

Cuando tuvo lugar la revolución de febrero de 1917, Lenin estaba en Suiza. No volvió al país hasta un mes después, a principios de abril.

En ese momento el Sóviet de Petrogrado de los Diputados de Obreros y Soldados compartía el poder con el gobierno provisional. Lenin era el líder de unos de los principales partidos socialistas, de modo que los miembros del sóviet organizaron una fiesta tras su vuelta. Cuando la noche del 3 de abril llegó a la estación de Finlandia fue calurosamente recibido por Nikolái Chkheidze, presidente del sóviet. Este le propuso su plan para unirse al gobierno provisional.

Lenin lo ignoró completamente y se dirigió directamente a los trabajadores, soldados y marineros, la gente que él llamaba “la vanguardia del proletariado revolucionario internacional”. La masa comenzó a llevar a Lenin desde la estación a la plaza. Desde el vehículo blindado en el que estaba anunciaba la victoria de la revolución socialista mundial, mientras iba llegando más y más gente.

Un historiador escribió poco después: “Bajo los focos que rompían la oscuridad de la noche, Lenin, con su brazo estirado, parecía un gigante”. El menchevique Nikolái Sujánov dijo: “Lo que dijo estaba completamente fuera del contexto de los que habían participado y habían sido testigos directos de la revolución. Era algo extraordinario. De repente, delante de nuestros propios ojos había una luz cegadora. Nosotros, que estábamos cargados de la rutina del trabajo revolucionario, fuimos completamente sacudidos”.

De camino hacia la revolución socialista

La luz a la que se refería Sujánov era na instrumento que Lenin utilizaba en el escenario. Al contrario que la mayoría de los socialistas rusos, incluidos algunos del propio partido bolchevique, Lenin estaba convencido de que había llegado el momento de poner punto final a la fase burguesa de la revolución. Estaba descontento con la situación política del momento, con el gobierno provisional, compuesto de “ministros capitalistas”, que gobernaban el país.

Lenin creía que el poder había que dárselo “al proletariado y a los campesinos más pobres”. Es más, insistía en que debía haber una rechazo absoluto a las formas de gobierno existente. Llamó a la creación “no de una república parlamentaria sino de una república de consejos (sóviets) de trabajadores, de trabajadores de la agricultura y de diputados campesinos a lo largo del país, de abajo a arriba”. Lenin escribió un artículo en base a estas posiciones que vino a ser conocido como “las tesis de abril”.
Varios líderes bolcheviques se oponían vehementemente a este punto de vista. Argumentaban que no se podía dar terminada la fase burguesa de Rusia y señalaban que el socialismo estaba fuera del alcance debido al retraso del país, que tenía una gran masa de campesinos y pocos obreros. A largo de decenas de discursos Lenin respondió a estas críticas y subrayó los peligros del dogmatismo y la necesidad de “considerar la vida real”. Repitió estos argumentos en muchas asambleas en Petrogrado y fue capaz de persuadir tanto a los líderes bolcheviques como a la mayoria de los participantes. Los bolcheviques adoptaron los eslóganes de Lenin: “No apoyar al gobierno provisional” y “¡Todo el poder a los sóviets”.

Habilidad política

Tras la publicación de “las tesis de abril” los mencheviques acusaron a Lenin de tratar de instigar la guerra civil en Rusia. El líder bolchevique respondió que simplemente llamaba a los miembros del partido a que transfirieran todo el poder a los sóviets y no promovía la lucha armada.

En los meses siguientes en Petrogrado hubo dos grandes protestas de trabajadores y soldados contra el gobierno provisional apoyadas por los bolcheviques. A pesar de ello, los líderes del Sóviet de Petrogrado y del gobierno provisional siguieron siendo más influyentes que los seguidores de Lenin.

La situación cambió completamente en otoño, tras el fallido golpe derechista comandado por el general Lavr Kornilov. En ese momento creció el apoyo a la izquierda y los bolcheviques obtuvieron la mayoría en el Sóviet de Petrogrado. En octubre, aprovechando la situación, los bolcheviques derrocaron el gobierno provisional y tomaron el poder en Petrogrado, durante la realización del Segundo Congreso Panruso de los Sóviet. Lenin había cambiado la dirección del partido en abril y volvió a tener un papel decisivo en octubre, cuando convenció a sus compañeros sobre el potencial de la victoria bolchevique.