Caso Iguala: PGR hackea redes sociales de capos

**Autoridades monitorearon redes sociales de Guerreros Unidos y los Abarca, y hackearon celulares de implicados en la desaparición de normalistas, señala averiguación previa


Caso Iguala: PGR hackea redes sociales de capos

La Crónica de Chihuahua
Noviembre de 2015, 21:00 pm

Para identificar y localizar a los probables responsables de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la Procuraduría General de la República (PGR) trató de asirse de múltiples herramientas de investigación, entre ellas la revisión de redes sociales como Facebook, Twitter, MetroFlog, MySpace y WhatsApp, entre otras.

De acuerdo con información que consta en la versión pública de la averiguación previa de la PGR, fotos de Facebook sirvieron para identificar a Felipe Rodríguez Salgado, alias Cepillo y/o Terco, acusado de dirigir la operación que llevó a la supuesta muerte de los normalistas en el basurero de Cocula, y persona clave para sostener la llamada “verdad histórica” del ex procurador Jesús Murillo Karam.

En noviembre del año pasado, por medio del oficio PGR/SEIDO/UEIDMS/FE-D/10511/2014, la PGR solicitó a la Coordinación para la Prevención de Delitos Electrónicos de la Policía Federal (PF) que “de manera extraurgente y confidencial” designara elementos para que realizaran “un rastreo en la red social Facebook” de cuatro perfiles, entre ellos el de Terco.

El 14 de ese mes, ya con las imágenes en poder de la PGR, uno de los detenidos y presunto coautor material, Jonathan Osorio Cortés, El Jona, ayudó a identificar a sus compañeros del grupo criminal Guerreros Unidos.

De acuerdo con la averiguación previa, cuando le pusieron frente a sí las impresiones de la página de Facebook, El Jona no dudó en identificar a Rodríguez Salgado.

“Este sujeto que aparece en la imagen con el nombre de Felipe Rodríguez Salgado, alias Cepillo y/o Terco, pertenece a Guerreros Unidos”, sentenció el joven, quien más tarde también identificó en Facebook a otro integrante del grupo, de quien se testó su identidad, y por la foto en una credencial al lugarteniente Gildardo López Astudillo, El Gil. En total, El Jona identificó cuatro perfiles de Guerreros Unidos. Algunos de ellos podrían ser la misma persona.

Por los ojos del testigo pasaron 36 hojas con imágenes, la mayoría obtenidas del Facebook de Felipe Rodríguez Salgado.

En la actualidad, la página de Facebook del Terco ya no está disponible, pero en las copias de la indagatoria se pueden leer algunos de los últimos mensajes, publicados antes de la noche del 26 de septiembre de 2014, como: “Soy como yo quiero porque soy unico en esta vida y jamas cambiare siempre al millon” (sic); “la lealtad se premia y la traiscion se paga con la vida” (sic); “unos ban otros mueren y yo sigo igual al millon” (sic); … “mi compa, ellos piensan que estan locos pero lo que no saben es que nosotros somos unos dementes (sic)”.

Facebook también fue utilizado por la autoridad ministerial para seguirle el rastro a otros actores. En la contestación de los oficios SEIDO/UEIDMS/FE-D/16214/2014 y SEIDO/UEIDMS/FE-D/10584/2014, enviados el 5 y 18 de noviembre, respectivamente, a la Dirección General de Delitos Cibernéticos de la PF, requirieron la investigación de ocho nombres, uno de ellos testado. El resto de los indagados fueron: Patricio Reyes Landa, El Pato; Jonathan Osorio Cortés, El Jona; Agustín García Reyes, El Cheje; Darío Morales Sánchez, El Comisario; Benito Vázquez Martínez; Salvador Reza Jacobo, y María de los Ángeles Pineda Villa, esposa del ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca.

“Se realizó la pesquisa del nombre ‘María de los Ángeles Pineda Villa’ en los motores de búsqueda en internet (google.com, bing.com y yahoo.com), incluyendo comillas, con la finalidad de ubicar sitios que contengan la cadena de caracteres en el estricto orden de los mismos, obteniendo resultados similares en los tres motores de búsqueda”, explica la PF. Informa que también se les buscó en los sitios spokeo.com y pipl.com, sin resultados satisfactorios.

El gobierno espulgó cualquier red social que supuso le podía ayudar a fortalecer su investigación. Pineda Villa ya había sido detenida junto con su esposo un mes atrás.

“Se realizó la pesquisa del nombre ‘María de los Ángeles Pineda Villa’ dentro de las principales redes sociales (facebook.com, hi5.com, twitter.com, metroflog.com, sonico.com. y myspace.com), obteniendo un resultado en la red social Facebook, tal como se muestra en la siguiente impresión de pantalla: (fecha y hora de consulta: 02/12/2014, a las 17:30 hrs)”.

Cuando se revisó el sitio, Pineda Villa tenía en su foto de portada un mensaje: “No te preocupes por lo que dicen de ti, recuerda que al árbol que más frutos da es al que más piedras le tiran”.

En la parte final del informe, la PF recomendó a la PGR que si deseaba obtener “información que no sea pública” se comunicara directamente con la empresa liderada por Mark Zuckerberg: “Es necesario dirigir una solicitud a la empresa estadounidense Facebook, inc… [ellos le pueden proporcionar] dirección IP de conexión, cuenta de correo electrónico, número de teléfono móvil, entre otros datos”, se explica, así como ubicaciones y demás actividades publicadas configuradas como privadas.

La PF le advierte al MP que Facebook no almacena la información relacionada con el equipo de cómputo desde el cual se realizan las publicaciones. Además, le recuerda que si quiere hacer la solicitud formal puede acogerse al “Tratado de Cooperación entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América sobre asistencia jurídica mutua”.

Intervinieron WhatsApps

La PGR obtuvo del Juez Quinto Federal Penal Especializado en Cateos, Arraigos e Intervención de Comunicaciones Privadas la autorización para abrir un par de teléfonos móviles de presuntos delincuentes, de quienes no se reveló su identidad: un Samsung y un Sony Experia Z1. Esto, según una constancia ministerial fechada el 26 de octubre de 2014.

El único celular que fue útil en la indagatoria fue el Sony, ya que el primero no pudo ser desbloqueado. Del Experia Z1 sí se obtuvieron resultados que, según se asienta en la indagatoria, ayudaron a la pesquisa.

“La información contenida en el equipo de telefonía Sony Xperia Z1 contiene información que sí resultó útil para su investigación; en específico, refiere que obtuvo el número telefónico de El Cabo Gil, quien probablemente se encuentra relacionado con la organización criminal Guerreros Unidos y con la desaparición de los 43 estudiantes normalistas”, se explica.

Del aparato asegurado se extrajeron mensajes de texto, WhatsApp, Facebook, audio y video. También se pudo sacar una agenda con 830 contactos, de los que “se identificaron 54 nombres de contactos que pudieran resultar relevantes”, se lee.

Entre los mensajes SMS que se identificaron en el teléfono hay uno saliente, fechado el 10 de octubre de 2014, que dice: “Todo bien, no se preocupe ya pasó la tormenta todo en calma” (sic).

También ubicaron varias conversaciones de WhatsApp, como la del 3 de octubre de 2014:

—Me despertó el alboroto

—A de pasar algo

—Nadie sale entoy

—Entonces

—Pues quien sabe

—Me está diciendo (palabra testada) que publicaron algo así.

—No creo ya hubiese anunciado en el pueblo (sic).

Y otra más, el 17 de octubre de 2014:

—Eso esto cabrón hasta el final juntos hijos del pito (sic).

Positiva, revisión de redes

María Elena Meneses, experta en internet y cultura digital, afirmó que en materia de procedimiento es positivo que la PGR haya solicitado una orden judicial para abrir los teléfonos celulares de los presuntos delincuentes y descargar sus comunicaciones en WhatsApp, porque es sabido que los gobiernos realizan estas prácticas en secreto, sin mediar permiso y vulnerando derechos fundamentales. “Así debería de ser la vigilancia hacia las redes sociales, pero me temo que no siempre es así”, dijo.

Sobre la revisión a la página de Facebook de uno de los inculpados, explicó que no se puede decir que sea ilegal porque los datos utilizados son de carácter público.

En lo que se debe avanzar en el país, comentó la investigadora del Tecnológico de Monterrey, es en establecer los lineamientos de la nueva Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión, que en sus artículos 189 y 190 habla de la necesidad de que las empresas de telefonía colaboren con la justicia. El problema viene, criticó, cuando se vigila a personas que no le agradan al sistema de poder.

“[Las redes sociales] son herramientas de vigilancia para los Estados, para casos graves de delincuencia y para vigilar a la disidencia política o a los incómodos”, expresó.

Usadas como pruebas judiciales

Aunque la investigación en redes sociales que hizo la PGR en el caso Ayotzinapa es básica, resulta positivo que se exploren estos métodos, opinó Raúl Benítez Manaut, académico especializado en temas de seguridad.

“El trabajo que hicieron dándole seguimiento a comunicados vía Twitter, Facebook, inspección de teléfonos celulares, etc., es un paso muy importante para que las investigaciones científicas de grandes crímenes se hagan con un rigor más científico y menos con interrogatorios no judiciales o tortura”, mencionó.

El presidente del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia explicó que en México aún hay una brecha que transitar en el uso de pruebas científicas, porque ni estamos acostumbrados a las investigaciones de este tipo ni hay los equipos necesarios para que se realicen de forma adecuada:

“En la vida cotidiana [las redes sociales] ya tienen un rol, es innegable, pero ahora empiezan a tener un rol importante en la vida legal de los países. Empiezan a ser usadas como instrumentos de verificación de pruebas judiciales”.
El Universal