Caracterización del sistema nacional de salud

EDITORIAL ...pero el mayor problema lo representa la clara tendencia a la privatización.


Caracterización del sistema nacional de salud

La Crónica de Chihuahua
Mayo de 2017, 22:00 pm

Para caracterizar el sistema nacional de salud en forma sintética podría decirse que todas sus instituciones, desde los elementales consultorios rurales, centros de salud, hasta los más sofisticados hospitales de especialidad de todos los subsistemas, están llenos de carencias en todos los aspectos: insuficiente personal médico, falta del equipo indispensable para realizar un diagnóstico adecuado, desabasto de medicamentos, material de curación, recorte de los recursos presupuestales y ausencia de un buen manejo financiero y administrativo; pero el mayor problema lo representa la clara tendencia a la privatización.

Hace mucho que el Estado mexicano renunció en los hechos a su obligación constitucional de brindar servicios de salud de buena calidad a toda la población; el pueblo trabajador está cada vez más indefenso en este aspecto y todo parece indicar que pronto tendrá que pagar sin excepción por el servicio médico y las medicinas que necesite; en otras palabras, quien no pueda pagar por ello, de antemano está condenado a muerte.

Ésa es la expresión del modelo neoliberal que ha entregado la medicina a la iniciativa privada y a las grandes farmacéuticas trasnacionales.

Presenciamos la muerte paulatina de un sistema supuestamente creado para atender la salud del pueblo mexicano; el Gobierno se enorgullece de que la salud de toda la población está garantizada con el “moderno” Seguro Popular, diseñado para unificar todos los subsistemas sin dejar fuera de la cobertura a ningún mexicano; pero cada vez es más evidente que esto es falso, porque, desde su origen, este modelo de servicios de salud fue penetrado por las características negativas del sistema económico y social; nació como una institución burocrática en el peor sentido de la palabra, agravada esta burocracia por las carencias enumeradas al principio; los malos manejos financieros en los que no es ajena la corrupción y el peculado; el uso político y electoral que el Estado hace de las dependencias para la orientación y el control social favorable a los intereses que representa y defiende.

A estos problemas se suma la instauración del sindicato, organismo mediatizador, que en vez de servir a la lucha de los trabajadores por sus intereses, trata de someterlos, apoyando los designios del patrón y la división interna de los trabajadores.

Contra todas estas características han surgido voces de inconformidad y movimientos que buscan mejorar los servicios médicos.

Recientemente, grupos de trabajadores de la salud inconformes se han manifestado en varias entidades federativas; esta semana, nuestro reporte especial demuestra cómo en estas luchas se hace visible el empleo de estos instrumentos oficiales creados para sostener el status quo: el uso de la estructura sindical para moderar la lucha, el sometimiento policiaco y el despido individual o masivo de los trabajadores inconformes.