CRÓNICA ECOLÓGICA

El berrendo, en franca reducción en Chihuahua


CRÓNICA ECOLÓGICA

La Crónica de Chihuahua
Octubre de 2010, 21:16 pm

Froilán Meza Rivera
Octubre de 2010, 21:16 pm

Chihuahua, Chih.- Uno de los más grandes tesoros naturales que posee Chihuahua, que es el berrendo o antílope americano, se encuentra en grave peligro de extinción, debido al deterioro de su ambiente y a la reducción de los pastizales en donde históricamente ha vivido.

Así lo estableció el investigador Manuel Valdés, de Unidos para la Conservación, luego de un minucioso estudio de las poblaciones de este animal, que es una especie única y que contrario a su denominación de antílope-cabra, no es ni lo uno ni lo otro.

Dice Valdés: Ustedes podrían notar que en la zona central de Chihuahua, toda la población de berrendos queda del lado derecho, en tanto que del lado izquierdo de la autopista Chihuahua-Ciudad Juárez, no hay ni un solo individuo, aunque existen zonas de buenos pastizales.

¿Por qué? Porque la autopista es una barrera prácticamente infranqueable para los berrendos.

Lo mismo sucede hacia la zona del Cuervo donde existe otra carretera, y si bien, no es autopista, el alto número de automóviles que la transita es mucho más importante que la carretera misma.

Es así -explicó el científico- cómo las poblaciones de berrendo se ven limitadas en su tamaño por el efecto de fragmentación que producen las carreteras y la presencia de los cercos ganaderos, así como por el incremento de las actividades humanas en el área.

Pero ¿cuántos berrendos hay?

PROBABLE EXTINCIÓN EN BENAVIDES Y JULIMES

Los registros históricos del berrendo muestran que tenía una distribución amplia, que abarcaba todo el Altiplano central de México y las planicies desérticas del norte de Sonora más la península de Baja California. En la actualidad, su hábitat incluye sólo algunas áreas de pastizales del Desierto Chihuahuense y zonas áridas de los desiertos de Sonora y el Vizcaíno en Baja California Sur. Si se compara la distribución y el tamaño de las poblaciones, de unos 500 individuos en Chihuahua, estimada por José Treviño en 1977, con lo que se encontraron los investigadores en monitoreos de los últimos seis años en las mismas áreas, es notable que el patrón de distribución es muy similar, pero que la población mínima encontrada ahora es menor (300), y que por lo menos dos poblaciones (las de Benavides y Julimes) no fueron localizadas durante los monitoreos. De confirmarse su desaparición, éstos serían ejemplos de extinciones locales por efectos de aislamiento y cambios de vegetación en las áreas de pastizales.

Los expertos en fauna silvestre coinciden en que, en la actualidad, se pueden distinguir tres grandes áreas de distribución del berrendo en el estado de Chihuahua:
1.- Al noroeste: entre El Cuervo y El Berrendo
2.- El área central, que incluye un gran polígono que va desde Villa Ahumada a la Gregoria y al norte, del Rancho El 24 a Coyame y Tosesihua.
3.- Y por último, la población más sureña y también la más aislada del resto, que es la que se encuentra en La Perla, Camargo.

La Perla es un buen ejemplo de esos procesos de aislamiento o fragmentación. La distancia que hay entre la población de la zona central y la Perla Camargo en el sur, es de aproximadamente 200 kilómetros. En este trayecto se pueden observar varias obras humanas como carreteras, cercos, cambios de vegetación, etc. Esas barreras de aislamiento son las que propician que el tamaño de los grupos disminuya más rápidamente que su hábitat.

De acuerdo a Manuel Valdés, los grupos pequeños y aislados son más vulnerables a la depredación, a la caza furtiva y, en algunos casos, la captura de crías por los lugareños. Los sistemas de cercado que impiden los movimientos naturales y las rutas de escape a depredadores como los coyotes que agravan el problema, aumentando el riesgo de mortalidad de las crías y hembras adultas durante el período de preñez.
(Oct. 26, 2010)