CNTE: maestros del vandalismo y la agresión

REPORTAJE ESPECIAL/ La Crónica de Chihuahua


CNTE: maestros del vandalismo y la agresión

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2015, 12:38 pm

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Fernando Castro

“Los niños estaban ahí cuando me golpearon. Una alumna, Jenifer, me dice: ‘Maestro, yo tengo aquí un golpe’; y es que los niños me abrazaban para cubrirme y les pegaron también; otro menor, al día siguiente me buscó junto con su mamá.

”‘—¿Maestro, cómo se siente? Yo tuve mucho miedo’ –y me abraza–.

”Yo me siento muy afortunado con esas muestras de cariño, todo esto me alimenta”, describió el profesor Manuel Olvera Mendoza, quien tiene 14 puntadas en el cráneo que suturan una herida producida por enardecidos miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), autodentificados como “democráticos”.

A punta de pedradas y palazos, el pasado martes 3 de febrero, profesores de la CNTE mostraron sus habilidades para el diálogo y la negociación al abrirse paso rompiendo tabiques nasales, fracturando huesos y abriendo heridas en cráneos, para tomar las instalaciones de la Escuela Primaria Licenciado Juan Ortiz Murillo, de la colonia Primo Tapia, en Morelia, Michoacán, y evitar que se reanude el Programa Escuelas de Tiempo Completo (PETC) en ese centro escolar, uno de los tres planteles que lo han implementado en esta capital michoacana (desde hace 10 años a iniciativa de los padres de familia), y cuyas comunidades escolares viven bajo amenaza de esa facción del magisterio.

Niños y niñas vivieron una experiencia traumática de violencia el primer martes de febrero cuando ante sus ojos se desarrolló una brutal agresión en la que resultaron heridos, en diversa gravedad, una docena de padres de familia, maestros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) no alineados con la facción sindical de la Coordinadora, y representantes de la organización Movimiento Antorchista (MA) en la entidad, quienes trataban de apoyar a la comunidad escolar a petición de ésta última.

Pruebas de la brutalidad son las lesiones infligidas al señor Carlos Cisneros, presidente de la Asociación de Padres de Familia de la citada primaria e internado de emergencia en un hospital del Estado de México, con múltiples fracturas en cráneo, oído y mandíbula; el mencionado profesor Manuel Olvera, quien recibiera 14 puntadas para cerrar una cortada vertical en la parte superior del cráneo; Luis Miguel López Alanís, vocero del MA michoacano, quien resultara con la nariz destrozada, y fuera sometido a una complicada intervención quirúrgica para reconstruírsela, y la maestra Nori Yazmín Cortés, quien fue sacada de su salón y tundida salvajemente en el suelo.

Miembros de la CNTE venían agrediendo a la comunidad escolar desde octubre pasado por haber logrado que se echara a andar el PTEC, modelo que la CNTE rechaza porque desaparece dobles y hasta triples plazas docentes. Atemorizados por el hostigamiento, los padres de familia de la mayoría de los más de 600 alumnos de la primaria Ortiz Murillo, quienes son invisibles para el titular de la Secretaría de Educación Estatal (SEE), Armando Sepúlveda López, pero, sobre todo, para el subsecretario de Educación Básica, Rafael Mendoza Castillo, solicitaron el 4 de diciembre de 2014 la ayuda del MA.

El compromiso de la organización política fue público; Marco Pérez Vásquez, dirigente del MA en la capital michoacana, sostuvo una reunión en la explanada de la primaria, ahí pidió a los padres de familia que levantara la mano quien estuviera de acuerdo en que el MA encabezara su lucha y quien estuvo de acuerdo as’i lo hizo; todo esto quedó grabado y expuesto en un video en la página oficial de la institución y en el Facebook oficial de la escuela Ortiz Murillo.

Por separado, el señor Gerardo Salín, uno de los representantes de los padres de familia del plantel, afirmó en conversación con este medio: “nosotros como padres fuimos quienes buscamos a Antorcha, solicitamos su apoyo porque no podemos defendernos solos de los porros de la CNTE que nos han venido hostigando; la gente de Antorcha vio los problemas que nos estaban ocasionando, lo cual no sólo pasa en nuestra escuela, sino en otras como en la Isaac Arriaga y la 1º de Mayo”.

“Recurrimos a varias instancias de Gobierno, como la SEE, pero no nos resolvieron; estamos luchando con un gigante; somos conscientes de que aquí la democracia está en poder de unos cuantos, nadie nos escuchó, y por eso pedimos ayuda a Antorcha; somos papás que queremos de esta clase de escuelas de tiempo completo, como las que tienen ellos (el MA) que a nosotros nos gustan”, dijo Sandra Muñiz, madre de familia, con una hija en el citado centro escolar.

Lo que sucedió “no fue un enfrentamiento, como lo está manejando el Gobierno. Llegaron los de la CNTE a agredir; en la escuela estábamos los papás en paz; algunos de ellos son de Antorcha, porque tienen hijos en nuestra escuela; los de la CNTE se metieron a fuerza a sacar a los maestros de los salones”. La señora Marta Barrera, abuela de cuatro escolares, refirió: “Yo no creía en la agresividad de la CNTE, hasta ahora que lo he vivido y creo que no hay ninguna justificación para actuar de esa manera; nada lo justifica”.

Al cierre de edición, la comunidad escolar de otras dos escuelas de la capital habían solicitado apoyo al MA por medio de sus asociaciones de padres, apoyados por maestros de los denominados “institucionales”, miembros del SNTE, pero que en contraste con la facción de la Coordinadora están de acuerdo con la implementación del programa federal de escuelas de tiempo completo.

Experiencia traumática

La experiencia fue traumática para maestros, padres de familia, niños y niñas; “el martes (3 de febrero) estábamos en la escuela con la gente de Antorcha; nosotros no teníamos porqué agredir a nadie, y los de la CNTE comenzaron a hostigarnos, hay fotos muy claras de lo que pasó”, comentó el señor Gerardo Salim, de la asociación de padres de la escuela Ortiz Murillo.

En tanto, la señora Ana María Hernández, madre de familia, quien tiene dos niñas, una en preescolar y en primaria, relató que el 3 hubo dos ataques de los agresivos miembros de la CNTE, uno por la mañana y otro luego del mediodía, cuando llegaron más miembros de la CNTE a bordo de camiones, “ahí fue cuando se metieron por la puerta de atrás, por el preescolar; nosotros decíamos que se cerrara la puerta, pero no nos hicieron caso, entonces se metieron los junto con padres de familia que los apoyan, y fue cuando se dio todo el problema; se pusieron a sacar piedras de los jardines; yo estaba en el salón con mis hijos, para protegernos ahí”.

La señora Hernández comentó: “En el salón estábamos con los niños de preescolar, y hasta ahí llegaron a agredirnos. Yo les dije: ‘oigan, yo no los estoy ofendiendo’, pero tumbaron los cristales y tiraron la puerta para sacar a las maestras que teníamos ahí; nosotras estábamos protegiendo a los niños”.

—¿La Fuerza Ciudadana?
— “No, por ningún lado; el que tumbó la puerta traía un palo grande y nosotras le decíamos que se calmara, porque los niños estaban muy asustados y llorando, pero no los detuvo nada”.

Continuó su relato: “en eso me separan de mis hijas; una me quedó por un lado y la otra por el otro ¡y no podía hacer nada!; tuve que ir por una y luego con trabajos por la otra, y que me salgo por otro lado; ahí me encontré a mi hermana y me dice: ‘¿Pero qué pasó?’, y le digo, pues ahí se quedaron las maestras, ahí están adentro, las van a golpear. Yo ya había visto cuando sacaron a un maestro del salón (Manuel Olvera), lo jalaron con todo y niños que lo estaban abrazando, pero lo sacaron a pedradas y a palazos. ¡No se vale! Yo no sé por qué actuaron de esa manera si nosotros no los estábamos agrediendo. A ellos no les importó que estuvieran ahí los niños”.

“Son unos montoneros, no se vale, ahí está el maestro Carlos (Cisneros) el presidente de nuestra Mesa directiva, está internado, con fractura de mandíbula. Los más problemáticos en la escuela son Jorge Luis Santana (el director interino) y la maestra Carolina (Hernández Villanueva), ese día, ahí estaba ella, agrediéndonos”, indicó la señora.

En conversación con buzos, la maestra Carmen Olvera, ex directora del plantel echada del puesto por apoyar a los padres, dijo: “Como director interino o como lo hayan enviado, estaba Jorge Santana, y él debió haber frenado todo esto, no debió haberlo permitido, estaba bajo su responsabilidad la escuela”.

Alfredo Ochoa, padre de familia de la escuela, señaló que Jorge Santana fue impuesto por la CNTE en el plantel: “y junto con él está una maestra que se llama Carolina Hernández, que tiene doble plaza en la escuela y otra en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo; ellos dos se la pasan pidiendo cuotas, que son para ellos, aunque dicen que es para arreglos escolares; se la pasan en el café, en el chisme, y a los niños a su cargo los tienen transcribiendo lecturas, nada más”.

Retrato de los agresores

El señor Ochoa señaló: “ellos (Santana y Hernández Villanueva) son los incitadores de todo esto; teníamos una buena directora (Carmen Olvera) pero la sacaron a conveniencia de ellos, porque no quieren las escuelas de tiempo completo, y los de la CNTE metieron a este director (Santana) que tiene una trayectoria horrible; tiene demandas por un sinfín de situaciones”.

En un expediente que obra en los archivos de este medio, se señala que en el año 2000 Jorge Luis Santana Mendoza abusó de una madre de familia, pues al momento de que la madre solicitó la lista de útiles para la compra de éstos, él la citó en un lugar específico, subiéndola a su auto, con supuesta dirección al plantel de la colonia Primo Tapia Poniente, Jorge Luis, cambiando de dirección y con unas copas encima, hizo la propuesta a la madre de familia, ésta, al negarse, trató de huir, él la tomó del brazo y la obligó a complacerlo.

Finalmente la dejó en Villas del Real bajo advertencia de que si lo denunciaba, su hija, a quien él atendía, iba a sufrir las consecuencias. Durante un acto cívico, el profesor golpeó a tres niños bajo el argumento de que estaban haciendo ruido; a uno más dentro del salón de clases lo golpeó con un palo en la cabeza; ha expulsado a niños por ausentarse de clases por motivos de enfermedad.

Padres de familia señalan, en un escrito, del que este semanario tiene copia, enviado al ex-subsecretario de Educación Básica de la SEP estatal, el señor Wilfrido Lázaro Medina, que maestros como Jorge Luis, Ranferi y Sergio Santana Mendoza han incurrido en actos cómo faltas a la moral dentro de la institución, presentarse con aliento alcohólico a los salones de clases dentro de horas laborales, lucrar con los padres de familia, fumar dentro del salón de clases, amenazar a los padres de familia con armas de alto poder que guardan en sus vehículos, así como de abandonar a los niños en horas de clases; y es que a pesar de la denuncia y el apoyo solicitado a la Secretaría de Educación Básica, ésta no ha respondido a favor, sólo ha hecho caso omiso a la denuncia que acompaña la larga lista de nombres y firmas de padres que solicitan se investigue a quien pone en riesgo a sus pequeños.

A esta denuncia, se sumó la del jefe del sector, profesor Forrour Calvillo Rodríguez, quien en un escrito dirigido a su superior, Raúl Aguilar Robles, director de Educación Primaria, señaló que dichos docentes tenían que dejar el cargo por su descuido laboral, así como por desacato a los lineamientos de la profesión.

La trayectoria laboral de Jorge Luis Santana no ha sido la mejor; durante su estancia en la Escuela Gabriela Mistral, tuvo por lo menos seis denuncias por faltas a la autoridad, eso queda sentado en denuncias que hacen los padres de familia y la directora Nelly Aguilar Moreno, donde señalan que dicho profesor acosaba, faltaba al respeto a los alumnos y compañeros de trabajo, así como abandonaba sus horas laborales; la Escuela Mariano Jiménez también tuvo la mala suerte de sufrir la presencia de Jorge Santana, así lo señaló la directora del plantel, profesora Irma Esmeralda Ramírez Sáenz, quien lo denunció por las mismas arbitrariedades y descontentos de los padres de familia.

Por su parte, Carolina Hernández Villanueva arrastra un historial laboral que ha dejado marcada cada institución y cada grupo que “educa”, pues a decir de citatorios y solicitudes enviadas a diferentes instancias, de las que buzos tiene copia, se le ha denunciado en reiteradas ocasiones por abandono de trabajo, mal comportamiento en el aula de clases y agresión física a una maestra del mismo plantel; y aunque han existido por lo menos tres escuelas que han solicitado su destitución, la SEE ha hecho caso omiso, incluso a escritos del jefe de Sector y directivos a su cargo. Hoy, Carolina Hernández es profesora e incondicional del director de la escuela Ortiz Murillo, cobra dos plazas y es la principal oponente a que la institución entre al PETC. ¿El motivo? La posible pérdida de una de sus plazas.

Queda afectada así una escuela formada con cimientos sólidos, ladrillo a ladrillo, por los padres de familia desde hace más de 10 años, y se les niega el beneficio de un programa federal sólo porque un pequeño sector de los profesores lo rechaza porque no favorece sus mezquinos intereses personales; el plantel ahora se encuentra a cargo de un directivo que ha sido destituido de cuatro escuelas, y una profesora, que, en palabras de los padres de familia, no tiene el conocimiento pedagógico para educar a un estudiante, pues su único interés es sacar dinero, obtener otra plaza y no aceptar lo que por derecho le corresponde a las familias humildes michoacanas, que durante toda su vida han forjado esta institución con el único afán de educar a sus hijos.

Iniciativa de padres de familia

Como respuesta a las necesidades educativas locales, desde hace 10 años ya funcionaba, en el citado plantel, un modelo idéntico al programa oficial de la SEP federal, llamado Escuela de Tiempo Completo, aún antes de ponerse en vigor –en octubre de 2014–. El proyecto era sostenido por los propios padres, con 15 pesos diarios, durante 200 días efectivos anuales de clases, tres mil pesos por alumno, para darles dos alimentos a los niños, entre las 8 y las 16 horas, más el pago para las cocineras.

Según detallaron maestros y padres de familia, en octubre pasado, con base en sus gestiones, consiguieron que la SEP federal dispusiera los recursos vía la SEE para echar a andar al programa, con una partida inicial de 135 mil pesos para octubre, cantidad calculada con base en 10 pesos por alumno. Los padres estuvieron de acuerdo en poner de su bolsa cinco pesos diarios por alumno para completar los 15 pesos-día que se venían gastando con anterioridad; específicamente, los 10 pesos del dinero gubernamental eran para los alimentos y los cinco pesos para pagarle a las cocineras. Pero el programa fue intempestivamente suspendido por la Secretaría de Educación Básica local, encabezada por Rafael Mendoza Castillo.

Los profesores afiliados a la CNTE, que dan clase a aproximadamente 200 menores de los poco más de 600 del centro educativo, habían lanzado una campaña para echar abajo el programa, azuzaron a padres de familia, quienes a pesar de estar de acuerdo con los beneficios del plan, fueron convencidos de que debía rechazarse el financiamiento federal y seguir pagando los 15 pesos diarios totalmente de su bolsa. Las gestiones de la CNTE llegaron hasta el subsecretario de Educación Básica, Rafael Mendoza, quien detuvo la aplicación del programa federal.

“Nosotros creemos que con este programa se beneficia a los niños y es de beneficio para sus familias, pero los intereses particulares de la Coordinadora no les permitió aceptarlo, y entonces boicotearon todo; con la ayuda del subsecretario de Rafael Mendoza, nos echaron abajo el proyecto”, indicó Gerardo Salín, uno de los representantes de la asociación de padres de familia de la escuela Juan Ortiz Murillo.

“El primer cheque nos lo dieron para el mes de octubre, pero este señor Mendoza echó abajo todo; tuvimos una reunión con él, se hizo una minuta y no respetó nada; lo que hubo fue una contraorden del Gobierno del estado –por encima de la autorización federal de la SEP– y nos llegó la noticia de que ya no estábamos en el programa”, añadió Salín.

Por otro lado, la maestra Carmen Olvera, quien fungía como directora de la escuela e impulsaba el programa oficial, de pronto fue objeto de una oleada de acusaciones, con base en las cuales la autoridad educativa estatal terminó por destituirla y nombrar a un director interino, Jorge Luis Santana, quien forma parte de la CNTE, tal como lo describió el propio señor Salín: “Quitaron a la maestra Olvera con quien estuvimos impulsando este proyecto y metieron a un director de la CNTE; a la maestra le hicieron acusaciones de las cuales no le han podido probar nada”.

Ante el riesgo de pasar por una experiencia traumática similar a la vivida por la comunidad de la escuela Juan Ortiz Murillo, previendo un ataque por parte de la CNTE por apoyar el citado programa oficial, padres de familia de la Escuela Primaria 1º de Mayo, se apostaron el lunes 9 de febrero en las afueras de este plantel, visitado por buzos, donde además, se había colocado un improvisado salón clases en plena calle, con el fin de retirar y proteger a los niños ante una agresión.

El apoyo del MA

Consultado, el dirigente del MA michoacano, Omar Carreón, expuso que su organización se ha solidarizado en todo el país con la lucha de los padres de familia michoacanos, quienes se declaran beneficiados con la implementación del programa gubernamental, con el que se ofrece desayuno y comida a los menores y una estancia escolar de las 8 a las 16 horas, lo que les permite a ellos realizar actividades laborales, “pero también a los niños, porque tienen nuevas actividades educativas en lugar de andar en la calle”, según comentaron.

Carreón agregó que para su agrupación, los hechos del 3 de febrero no serán motivo para abandonar la defensa de los padres de familia, maestros y alumnos de la escuela, como a las comunidades educativas de otros dos planteles, Isaac Arriaga y 1º de Mayo, que también se han acercado a solicitar el respaldo del MAN ante el hostigamiento de los profesores autollamados “democráticos”.

Ese mismo 3 de febrero, el MAN, junto con padres de familia, instaló un plantón permanente sobre la avenida Madero, frente al Palacio de Gobierno en Morelia; lugar en donde, a partir del lunes 9 de febrero, y con el fin de que no se pierda más tiempo, grupos de escolares comenzaron a tomar clases y a recibir sus dos alimentos acostumbrados, bajo una carpa y con mobiliario proporcionado por la organización, pues su escuela se mantiene cerrada por instrucciones de las autoridades estatales.

En defensa de los padres de familia y menores de la escuela primaria, el MA realizó una multitudinaria marcha el jueves 5 de febrero por las calles de la capital michoacana, a la que acudieron no menos de 10 mil asistentes que hicieron suyas las demandas de la comunidad escolar; al término de las manifestación, los representantes de la comunidad escolar buscaron ser recibidos por Armando Sepúlveda López y por Rafael Mendoza Castillo, pero –casualmente– no estaban disponibles en sus centros de trabajo.