Balacera en partido de futbol Santos-Morelia, a 4 años del suceso

A pesar de que hubo saldo blanco aquel día, el futbol mexicano quedaría manchado con la negra estampa de aquellos días en que el gobierno federal soltara una guerra contra el crimen, de hecho, el futbol dejó de ser el mismo.

La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2015, 11:49 am

Corría el minuto 40 del primer tiempo del partido Santos-Morelia, aquel 20 de agosto del 2011, en el estadio Santos Modelo, Torreón, cuando de repente se escucharon detonaciones de armas de fuego que causaron consternación y terror en los aficionados y jugadores, que lo único que hallaron por hacer fue correr hacia donde quiera que hubiese una salida, incluso algunos aficionados buscaron resguardo en la cancha.

A pesar de que hubo saldo blanco aquel día, el futbol mexicano quedaría manchado con la negra estampa de aquellos días en que el gobierno federal soltara una guerra contra el crimen, de hecho, el futbol dejó de ser el mismo.

Ahora la Liga MX, tiene el “Manual Estadio Seguro” para garantizar la seguridad a las personas que van a los 710 partidos de Primera División, Ascenso MX y Copa MX, por reglamento, todas las sedes deberán contar con circuito cerrado tanto dentro como fuera del lugar. Obligan a tener un director de seguridad y protección civil y un anillo de seguridad de medio kilómetro a las inmediaciones de los estadios.

Sobre aquellos que realizaron los disparos, se sabe que Jesús Torres Chávez, entonces fiscal de Coahuila, aseguró que entre las 19:40 y 19:45 (hora local) de aquel día, elementos del Ejército y de diversas corporaciones policiales marcaron el alto a tres camionetas sobre la carretera de Torreón a San Pedro, pero los vehículos ignoraron el retén por lo que se inició una persecución y un posterior intercambio de disparos enfrente del inmueble, que está ubicado a las afueras del municipio.

El fiscal señaló que los hombres armados tiraron clavos a la carretera y lograron ponchar las llantas de algunos vehículos de la policía. Además confirmó que la balacera causó heridas a un policía local.

A cuatro años del incidente, México sigue inmerso en una guerra entre carteles y fugas de capos, mientras que el futbol mexicano sigue teniendo estragos para sobresalir.