Auditoría Aeroshow: Marco sale ileso... hasta ahora

**Para ser exactos, de las 9 observaciones graves que hizo la ASE, ninguna tiene méritos como para llegar al ex alcalde.


Auditoría Aeroshow: Marco sale ileso... hasta ahora

La Crónica de Chihuahua
Septiembre de 2014, 22:49 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera

“Esto es un “Al-Caponazo” decían ayer algunos periodistas después de escuchar la exposición del auditor superior del estado, Jesús Esperza. Seguramente, hacían una analogía entre el caso del mítico capo Alphonse “Al” Capone y el desastre del Aeroshow, porque hasta ahora el único delito que les han encontrado a ambos es de tipo fiscal.

Toda proporción guardada entre el jefe de la mafia de Chicago en los años 30as y los miembros de la asociación civil que organizó desastrosamente el Aeroshow, la presunta evasión fiscal por unos 20 millones de pesos por no haber desglosado el Impuesto al Valor Agregado es hasta ahora el cargo más grave en la averiguación para dar con los responsables de un accidente que le costó la vida a nueve personas.
Hasta ayer, 2 de septiembre, la auditoría practicada a la organización del espectáculo Aeroshow y sus aledaños, como el “Monster Truck”, sólo arrojó una posible comisión de delito. Ese es, hasta este día, la irregularidad más grave que pudiera derivar en una acción penal.

Al corte de este día, la andanada no llega al ex alcalde Marco Adán Quezada. Para ser exactos, de las 9 observaciones graves que hizo la ASE, ninguna tiene méritos como para llegar al ex alcalde. Eso sí: ex funcionarios muy allegados tanto a él como al grupo baecista podrían, al menos, pisar una agencia del ministerio público.

Por ejemplo: 17.1 millones de pesos de las irregularidades señaladas son de tipo administrativo, de modo que la sanción podría quedarse en algún funcionario menor o, en el más grave de los casos, en el tesorero o en el oficial mayor.

El resto de las irregularidades son de tipo operativo que podrían dar pie a sanciones administrativas, en cuyo caso lo más grave sería la inhabilitación para ocupar cargos públicos. Si acaso, algunos funcionarios podrían enfrentar el cargo de homicidio imprudencial por no haber observado las condiciones de protección civil que ameritaba un espectáculo de ese tipo.

Cierto, difícilmente habrá una sanción penal o administrativa al ex alcalde, pero tampoco se salvará de la sanción política.

La responsabilidad que tenía como jefe del ayuntamiento de Chihuahua, del cuerpo de gobierno que administra la cosa pública en el municipio, es ineludible, de modo que, a lo largo de los próximos dos meses, cuando la Comisión de Fiscalización analice y dictamine la auditoria, el ex alcalde quedará inmovilizado políticamente, por decir lo menos.

El precio a pagar es algo más que una evasión fiscal, sino acaso el fin—así sea temporal—de una carrera política.