Alto a la agresión mediática al Movimiento Antorchista

** “Hay que parar a los antorchistas, porque representan un peligro para la paz social”, así se inició una leyenda negra, falsa, impulsada por una prensa mendaz al servicio de los poderosos.


Alto a la agresión mediática al Movimiento Antorchista

La Crónica de Chihuahua
Mayo de 2017, 10:11 am

Por Carlos Sánchez

Desde que surgió el Movimiento Antorchista en 1974 en Tecomatlán, como un grupo de trabajo para mejorar las condiciones de vida de los campesinos, empezaron los ataques mediáticos. También se supo y se demostró que detrás de estos ataques estaban siempre los caciques regionales y locales, apoyados por algunos funcionarios del gobierno, quienes a coro repetían una multitud de calumnias y diatribas, para terminar con las frases más comunes “hay que parar a los antorchistas, porque representan un peligro para la paz social”, así se inició una leyenda negra, falsa, impulsada por una prensa mendaz al servicio de los poderosos que veían en el crecimiento de la organización un peligro para sus intereses.

Pero el antorchismo creció por todo el país, entre las capas pobres de la población, se abrieron colonias en las principales ciudades, dotando de un lote a miles y miles de familias, y aunque se acusaban de despojo, jamás y en ninguna parte de la nación entera, se comprobó este delito en agravio de algún dueño, prueba de ello es que nunca se ha condenado a algún antorchista por este delito. Los enemigos jurados del antorchismo siempre que pueden, con sus amanuenses, han acusado de despojo a los humildes colonos antorchistas, que siempre han demostrado ante cualquiera que compraron sus lotes legalmente.

La lucha de los campesinos encabezados por los antorchistas logró solucionar miles de asuntos agrarios, se gestionaron y se resolvieron millares de obras para beneficio de los pueblos, se construyeron aguas potables, sistemas de drenaje, electrificaciones, escuelas, carreteras, pavimentaciones, parques, edificios públicos, etc., beneficiando a millones de personas, y los amanuenses calumniaron al antorchismo como “brazo armado del PRI” cuando se movilizaban y presionaban a la autoridad pacífica y legalmente, se les llamó paramilitares, alborotadores, vándalos, agitadores, agresivos etc.

Cuando el antorchismo, gestionó e inicio miles de escuelas, de todos los niveles en los pueblos y colonias más marginados y apartados, los amanuenses porros de la pluma, despotricaron y acusaron de comunistoides y otras sandeces, pero muchos niños y jóvenes pudieron estudiar.

Cuando los antorchistas impulsaron en forma masiva la cultura y el deporte en todo el país, los plumíferos a sueldo atacaron diciendo que la organización es un peligro, porque pervierte a los jóvenes o porque tiene influencia cubana. Por lo que para los antorchistas los ataques mediáticos no son nuevos, pero sí repetitivos, sí más cínicos, sí más calumniadores, sí con más odio, sí con más estulticia.

Después del informe de la diputada Hersilia Córdova Morán en Atlixco (que reunió a 10 mil ciudadanos, la mayoría del municipio de Atlixco), en el que se exhibió en qué se gastaron los 239 millones de pesos gestionados para las obras en los 31 municipios del Distrito 13 de Puebla, la respuesta de un sector de la prensa al servicio de viejos caciques de la zona, quienes creen ver claramente amenazado su poder político en lo que respecta a la presidencia municipal, fue llenar de excremento mental a la organización antorchista.

El más destacado de estos es, sin duda, Herman Corzo, personaje obscuro y mediocre que, sin argumentar y sin probar nada, es capaz de inventar cosas que solo existen en su obnubilado cerebro para calumniar e insultar a miles de ciudadanos, campesinos, obreros, amas de casa, maestros, comerciantes, estudiantes, que se han organizado para resolver sus carencias y tener una vida mejor. Herman Corzo, como chivo en cristalería, insulta a autoridades federales, estatales y municipales, insulta a los líderes antorchistas, que nada le han hecho, con una serie de mentiras que saca de sus rencores y odios, muy seguramente por unos cuantos pesos que le tiran, de mala gana, los poderosos a quienes sirve, pues todas las mentiras y calumnias que escribe son las mismas que han vertido -y nunca han probado- los nefastos disque periodistas que venden su pluma a los poderosos. El pueblo ya los conoce y los vomita.