Algo está a punto de estallar, y no precisamente fuegos artificiales

**El caso de Solorio y su esposa es emblemático, pues fueron asesinados cuando arreciaba una disputa entre barzonistas y menonitas por el uso del agua en el ejido Benito Juárez.


Algo está a punto de estallar, y no precisamente fuegos artificiales

La Crónica de Chihuahua
Octubre de 2014, 16:21 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera

Algo está a punto de reventar en todo el país y Chihuahua no es la excepción. Algo que ya no se puede sofocar porque los detonadores están ahí, en espera de que alguien los oprima y estalle el enojo colectivo por la enorme cantidad de homicidios no esclarecidos, algunos de ellos, ni siquiera, ni siquiera están contabilizados.

Lo que vimos el jueves pasado en el Palacio de Gobierno, manifestantes pertenecientes a la organización El Barzón irrumpieron violentamente para demandar el esclarecimiento del homicidio del líder barzonista Ismael Solorio y de su esposa, Manuela Solís.

Esta es una muestra de cómo una sociedad cansada de injusticia, de violencia y de homicidios impunes le reclama a su autoridad, y de cómo ésta no sabe bien a bien cómo reaccionar, y lo hace de la manera más arcaica posible.

El caso de Solorio y su esposa es emblemático, pues fueron asesinados el 23 de octubre del año 2012 cuando arreciaba una disputa entre barzonistas y menonitas por el uso del agua en el ejido Benito Juárez, y contra la minera Mag Silver, de capital canadiense. Todo ese contexto rodeó al homicidio del líder barzonista y de su esposa.

Ayer, cuando el país veía decenas de expresiones de protesta por la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, los barzonista entraban a la fuerza el Palacio de Gobierno para exigir el esclarecimiento del doble homicidio antes mencionado.

Nada de lo anterior se puede desligar de todo el clima de violencia que impera aún en grandes porciones del territorio nacional y que están generando respuestas airadas, acaso violentas, de esa parte de la sociedad que se siente agraviada. Ayer, los barzonistas entraron a la fuerza al Palacio de Gobierno; antier, manifestantes quemaron el Palacio Municipal de Iguala, Guerrero ¿qué sigue?

Las protestas que vimos esta semana sean, acaso, el germen de un estallido general que reclame por las 48 mil 699 personas asesinadas entre el 2012 y el 2013 en todo el país, según cifras del INEGI.

El problema es que, hasta ahora, las autoridades que integran el Estado Mexicano han dado muestras de no saber cómo reaccionar. En Guerrero, tardaron 27 días en deponer a un gobernador que tiene su parte de responsabilidad, pero que no es el único ¿Cuánto van a tardar en llamar a cuentas al Procurador General de la República? En Chihuahua, la expresión de descontento se responde con antimotines, perros y lanza-granadas.

Por lo visto, urge un alto en el camino, un respiro hondo y una mente fría para recuperar la calma y sentarnos a ver cómo vamos a calmar a este México indignado.