Acercamientos peligrosos

EDITORIAL/ Especialistas analizan el acercamiento entre AMLO y Trump y señalan las graves consecuencias de la meta de la potencia imperialista: cerrar el TLCAN y remplazarlo con acuerdos bilaterales, en los que el socio fuerte sea Estados Unidos.


Acercamientos peligrosos

La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2018, 18:00 pm

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Buzos de la Noticia

Esta semana, nuestro reporte especial aborda otra vez el tema del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), las dificultades en su negociación, los obstáculos para su firma en este año y, al mismo tiempo, los deseos expresados por el primer mandatario estadounidense de llegar a acuerdos con su homólogo mexicano, el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

En medio de la guerra comercial emprendida por el gobierno estadounidense contra numerosos países (México entre ellos), ahora se advierten signos de un posible acercamiento entre los dos gobiernos, una mejoría en las relaciones en general y particularmente en las comerciales.

Especialistas consultados por este semanario analizan el acercamiento entre AMLO y Trump y señalan las graves consecuencias para la economía mexicana de lo que parece ser una meta del gobierno de la primera potencia imperialista: cerrar definitivamente la página del TLCAN y remplazar éste por acuerdos aislados, bilaterales, en los que el socio fuerte sea Estados Unidos, tal como ha sugerido el magnate-presidente.

El acercamiento con el nuevo gobierno mexicano tiene otros peligros, a decir de los especialistas: la presión de Trump en el tema de la seguridad fronteriza es un ejemplo; otro consiste en que los acuerdos entre dos presidentes proteccionistas podrían desembocar en situaciones negativas para México al implantarse una política arancelaria sin cortapisas.

Así, podría concluirse que no es conveniente sustituir el TLCAN por acuerdos bilaterales con la gran potencia, ni modificar los términos actuales de ese tratado.

Los guiños del gobierno imperialista se vuelven sospechosos, preocupantes, y la seguridad de que el TLCAN sigue en pie no causa entusiasmo ni mucho menos.