¿A dónde se fueron los 97 mil votos que perdieron el PAN y el PRI?

** ¿Paliza al PAN? Sí, ni duda cabe: 8-1 es una diferencia abismal en cualquier tipo de competencia… pero es la misma paliza de siempre...


¿A dónde se fueron los 97 mil votos que perdieron el PAN y el PRI?

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2015, 16:20 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera/ ahoramismo.mx

En una parte del PRI hay amplias sonrisas por la “paliza” que le dieron al PAN en las pasadas elecciones federales y por la virtual eliminación de un peligroso contendiente para la gubernatura del estado, como lo era el ex alcalde de Delicias, Mario Mata.

Sin embargo, conociendo a los ingenieros electorales del PRI y del magisterio que los acompañan, debe haber un asomo de autocrítica y un gesto de preocupación cuando revisen los números absolutos y los comparen con elecciones anteriores, especialmente con la federal de hace seis años, la única con la cual se pueden comparar porque existen circunstancias idénticas.

Para medir el resultado electoral del domingo pasado sólo valdría compararlo con las del primer domingo de julio del año 2009, cuando los electores chihuahuenses fueron a las urnas a recibir sólo una boleta, pues se trataba de elegir únicamente al diputado federal por el distrito correspondiente de los nueve que hay en la entidad.

Contrastados los números de una y otra elección, podemos ver que el PRI ganó exactamente lo mismo: ocho distritos, de los nueve posibles. ¿Paliza al PAN? Sí, ni duda cabe: 8-1 es una diferencia abismal en cualquier tipo de competencia… pero es la misma paliza de siempre, excepto en las dos primeras elecciones presidenciales del Siglo XXI, cuando el fenómeno Fox del 2000 y la polarización Calderón-López Obrador le abrió las puertas al PAN para lograr triunfos nunca antes vistos en Chihuahua.

Lo que debe tener ocupado—quién sabe si preocupado—al PRI es la pérdida de votos, porque en las intermedias del 2015 obtuvo 60,840 menos que en el 2009, y con un porcentaje de participación similar: 31 contra 33 por ciento, respectivamente.

La pérdida de votos es casi el doble de la que tuvo el PAN, partido que tuvo 36,800 menos que hace seis años, cuando la incipiente guerra contra el crimen organizado ya cobraba decenas de vidas en las calles y cientos de unidades de capital político a ese partido que en aquellos entonces gobernaba el país.

Es decir que entre el PRI y el PAN, las dos fuerzas electorales hegemónicas del estado, perdieron 97,640 votos. Casi nada, es más del 12.6 por ciento de la votación emitida o la contabilizada por el PREP hasta este martes 9 de mayo.

¿A dónde se fueron esos votos? Una respuesta fácil sería al abstencionismo pero no, la caída de la participación electoral no equivale a la reducción de simpatías hacia esos dos partidos. Veamos: en el 2009 votaron 793,672 chihuahuenses inscritos en el Listado Nominal, contra 746,932de este año, al corte del 9 de mayo. Diferencia: 46,740. No, no alcanza para medir la pérdida de votos del PRI y PAN. Mucho menos sirve para medir la pérdida de 50 mil 891 votos que tuvieron los otros partidos tradicionales: el PRD, PVEM y PT.

¿Qué pasó, entonces? Tal vez la respuesta esté en una suerte de fuerza emergente cuya recaudación de votos no sirve lo suficiente para ganar curules o, en otro tipo de elecciones, ayuntamientos en municipios con más de 100 mil habitantes, pero sí son útiles como para bajarle porcentajes de votación y posiciones de poder a los “grandotes”.